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Recreando una cerveza nórdica de 3000 años de antigüedad.

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En numerosas ocasiones os he mostrado mi pasión por el maravilloso mundo de la historia y la arqueología cervecera con entradas realmente variopintas, desde noticias sobre hallazgos muy antiguos, pasando por recreaciones de estilos tristemente desaparecidos más recientemente, sin olvidar algunos monográficos sobre estilos poco conocidos y que resisten con más pena que gloria los embates del tiempo y más aún de las modas.

El caso que hoy nos ocupa es una cerveza elaborada en colaboración entre la cervecera danesa Skands Bryggeriet y el Museo Nacional de Dinamarca cuya receta se inspira en unos restos de más de 3300 años de antigüedad. Estos se encontraban en un cubo de corteza de abedul que a su vez estaba dentro de una tumba conocida como “la joven de Egtved” (aquí tenéis más información), por estar cerca de la población con ese mismo nombre, en el sur de la actual Dinamarca.

Etiqueta de la cerveza, Skands Egtvedpigens Bryg.

Los restos, fechados en la edad del bronze y por lo visto bastante reputados por ser uno de los ejemplos mejor conservados de la cultura nórdica para esa época, fueron descubiertos en 1921 y pertenecían a una joven de entre 16 y 18 años.

Foto del emplazamiento original, tomada de aquí.
Restos en Copenhagen. Foto tomada de aquí.

Recreación de la joven de Egtved. Ilustración tomada de aquí.

Arriba podéis ver los restos originales que hoy en día se encuentran alojados en Copenhagen. En la población original, Egtved, existe una recreación de la tumba original que podéis ver en la siguiente foto.

Recreación de la tumba que se puede visitar en Egtved.
Foto tomada de aquí.

Las condiciones ácidas de las tierras pantanosas de los alrededores por lo visto permitieron la buena conservación de la tumba hasta la actualidad y además del cuerpo (del cual se conservó el pelo, el cerebro, parte de piel y las uñas) y su indumentaria, entre el ajuar funerario se encontraba el citado cubo en cuyo interior había los restos de una bebida fermentada hecha con malta de trigo, miel, mirto, polen y un tipo de arándano rojo.

Cubo que contenía los restos de la bebida fermentada.
Foto tomada de aquí.

Tal y como comenta Peter Steen Henriksen, trabajador del museo y entusiasta cervecero, “teníamos una lista básica de ingredientes pero el reto fue encontrar la relación entre ellos. ¿Es esta bebida la que la gente de Egtved llevó a las tumbas? No podemos asegurarlo, pero al menos se trata de una suposición fundamentada”. También añade “trabajar con un cervecero experimentado ha sido crucial para el resultado”.

Birthe y Peter probando la cerveza.
Foto tomada de aquí.

Birthe Skands, cervecera de la fábrica comenta “Fue un reto excitante. Teníamos la lista de ingredientes a utilizar pero algunos pueden ser difíciles de trabajar. Demasiada miel hace que la cerveza sea demasiado dulce, demasiado mirto de Brabante podría hacerla demasiado fuerte. La idea era crear una cerveza equilibrada”.

Foto tomada de aquí.

Finalmente la cerveza posee 5,5% de alcohol y ha sido embotellada en los formatos de 50cl y 25cl. Por si a alguien le interesa se pueden adquirir en la tienda online del museo al precio de 5,20€ y 2,80€ respectivamente.

Aunque es muy posible que esta recreación o reinterpretación tenga muy poco que ver con la bebida milenaria original, para quienes tengáis alma de beer hunter como un servidor no me negaréis que es toda una tentación.



La taberna de Moe… ¡existe!

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Es muy posible que la mayoría ni recordéis que en su momento saqué una sección que bauticé como “Bares, qué lugares” , en honor al mítico temade Gabinete Caligari. Y es que desde entonces, hace algo más de dos años, no he publicado ni una triste entrada que engrose la sección, pero justo hace unos días me topé con uno de esos locales bastante peculiares que merecen estar en ella sin ninguna duda.


Aquellos que seáis seguidores de la serie de animación The Simpsons conoceréis la Taberna de Moe, ese antro donde Homer Simpson suele apagar sus penas con cerveza Duff junto a sus desdichados camaradas. Pues bien, este local tiene su versión real en el Universal Studios Resort, en Orlando, Florida.





Como si estuviéramos en la mismísima serie, allí dentro uno puede tomar Duff de barril o en botella en sus versiones normal, Lite y Dry, pero también pedirse el “flameado de Moe”, probar suerte en el “love tester”, incluso recibir esas llamadas cargantes que hace Bart a Moe desde el sofá de su casa…





Sí, ya sé que entre todos los que estéis leyendo esta entrada posiblemente no haya muchos interesados en incorporar este local a una futurible ruta cervecera por la costa este estadounidense, pero ya sea para pasar el día con niños o para sacar ese freak que todos llevamos dentro, no deja de ser una opción interesante, no os parece? Desde luego lo que no me podréis negar es que para explotar filones publicitarios los yanquies son únicos…


Aquí os dejo un enlace de una web donde alguien cuenta su experiencia en el local.

P.D. Todas las fotos tienen sus respectivos derechos de autor.


Crónica de mi quinto #FFdA.

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Seis meses después volvemos con un nuevo “Finde Fondo de Armario” , concretamente la quinta edición y también la quinta vez que me embarco en esta genial excusa brindada por l’amicBirraire.


Para quien no sepa de lo que hablo, el FFdA básicamente es, como decía, simple y llanamente una excusa para desempolvar esas cervezas que han ido quedando en lo más fondo de nuestro “armario cervecero”. Estas cervezas, guardadas bien por ser más especiales, por tener buen potencial de envejecimiento o directamente por simples descuidos, pueden por fin ver la luz en un fin de semana en el que unos cuantos amantes de la cerveza nos conjuramos para dar rienda suelta a lo que termina siendo una auténtica bacanal.

En nuestro caso empezamos con una cerveza que compré en Mediona el año pasado a los “marinos” Kevin y Pep, una elaboración que me sorprendió mucho en barril en la edición 2012 de esta feria y que repitieron de nuevo en 2013 también en botella. Hablo de Marina Vinya Hop, una cerveza que como bien indica su nombre está hecha con mosto de uva, pero también con levadura de cava, y que decidí dejar olvidada para ver si al igual que la mítica Cantillon Vigneronne tenía un buen potencial de envejecimiento.


De buenas a primeras y pese al año de guarda sorprende la viveza de su carbonatación y su espuma blanca, aparentemente frágil pero persistente, que corona un bonito líquido de color dorado pálido pero muy brillante. En nariz destacan recuerdos a uva blanca, cítricos, y también a levadura tipo saison, cítrica y un punto especiado, y de fondo una base con fruta de hueso y también floral, además de cereal. Compleja y aparenta ser muy refrescante.  En boca es muy afrutada, destaca aún más la uva que en nariz, acompañando algo de limón, y dejando un final seco y astringente, con un ligero recuerdo a pan y frutos secos. Muy ligera y fresca, pese a los 7,5% de alcohol, que se perciben al ir avanzando el trago. La pega más destacable quizás sea la abundante carbonatación, no muy molesta pero en mi opinión quizás excesiva, aunque esta ayuda a hacerla más liviana. En conclusión y en mi opinión estamos ante una gran cerveza de frutas, que fusiona maravillosamente dos mundos que amo profundamente (y a los que también hice varios guiños en el anterior FFdA) como son el del vino y el de la cerveza. El año extra en botella lejos de apagarla creo que la ha mejorado, integrando y redondeando los diferentes matices, incluso me atrevería a decir que el potencial de envejecimiento que tiene, por frescor y carbonatación, es aún bastante grande. Mi más sincera enhorabuena por esta gran cerveza, “marinos”!

Tras la grata sorpresa y antes de continuar con más “cervezas polvorientas” os dejo una foto del ágape cervecero que nos improvisamos la noche del sábado para hacer algo de fondo ante la que se avecinaba…

Tendréis más detalles en la próxima entrada ;).

Tras la cena llegó el turno de vestirse de oscuro, y para ello nada mejor que una Revelation Cat Black Night, una cerveza con un año de envejecimiento previo a su embotellado en 2012. Tras recibir el premio en Ratebeer a la mejor cerveza italiana de 2013 y tras perdérmela en su momento en el mítico Freiburg de Manolo & Cía., no paré hasta encontrarla. Finalmente fueron los amigos de Labirratorium quienes la trajeron a su tienda hace un año y desde entonces y hasta el pasado mes de enero estuvo a buen recaudo en su madriguera cervecil, momento en el que la buena de Aurora me la trajo hasta mi querido Bellreguard. ¡Mil gracias por ello, panda!


Posee un aspecto aterrador pero al mismo tiempo sugerente, vestida de color negro impenetrable (haciendo un guiño a su nombre, casi tanto como un Nazgûl), con una preciosa espuma marronácea de burbuja minúscula de persistencia media. En nariz destacan unas atractivas notas a chocolate, algo de torrefactos y un puntito de café, acompañado todo ello por notas a fruta madura, especialmente higo, o más concretamente pan de higo, y también ciruela pasa, además de regaliz, vainilla y también un punto alcoholico. Ya en boca vuelven las citadas notas a cacao e higos, algo de canela, vainilla y regaliz, con un amargor inicial destacable pero que se disipa conforme avanza el trago, momento en el que es el alcohol quien domina, aportando calidez y dejando un final largo. Textura sedosa pero no excesivamente untuosa, y en ello tiene mucho que ver la carbonatación, de burbuja minuscula pero perceptible. Una imperial stout diferente, un punto dulce pero para nada empalagosa, menos torrefacta y amarga de lo que últimamente es habitual en el estilo, compleja y sobretodo muy equilibrada pese al punto de alcohol (nada arrollador pese a tratarse de unos ostentosos 14%). En definitiva, de lo mejor que he tomado en todo el año.

Después de las gratísimas sensaciones anteriores solo podíamos cerrar el festín del fin de semana con una cerveza muy especial. Así que rebuscando entre las telarañas más tupidas de la bodega me topé con una de esas joyitas que uno nunca se atreve a abrir por tenerle un respeto supremo pero a la que sintiéndolo mucho le había llegado su hora.


Como bien podéis ver en la foto se trata de una Rodenbach, cervecera reconocida por sus ales rojas flamencas aunque algunos afirman que sus elaboraciones actuales no tienen nada que ver con las que sacaban hace unas décadas y antes de ser comprada por Palm. Una de esas personas es Sven, amigo, gran persona y una auténtica institución en lo que a cerveza belga se refiere, y fue precisamente él quien me regaló esta joyita, una Rodenbach Vin de Cereale2004, cuando visitamos su mítico Drunk Monk de Mataró por segunda vez, a finales de 2011.

Pero además de especial a nivel personal, esta cerveza también es muy singular en lo estrictamente cervecero puesto que se trata de una elaboración que Rodenbach ya no produce. Si os fijáis en la etiqueta podréis ver que es de 2004, único año en el que se produjo esta cerveza de forma limitada, y ya que justo ahora se cumplen 10 años de ese momento me pareció una ocasión inmejorable para abrirla.

Otro detalle que no se aprecia tan bien en la foto es que toda la producción es del “foeder 132”, es decir, toda la cerveza procede de una misma tina de madera, la nº 132 de las casi 300 que tiene la fábrica actualmente. Por lo tanto, y a diferencia de otras elaboraciones de la casa, en esta Vin de Céréale no se mezcla cerveza joven con otra más o menos envejecida como si ocurre en la Rodenbach más básica (3/4 joven y 1/4 envejecida dos años), la Gran Cru (1/3 cerveza joven y 2/3 envejecida) o la Vintage (usan Gran Cru como base aunque luego la envejezcan en barricas durante dos años). Esta Vin de Céréale es la cerveza de 2004 pero dejada envejecer durante 3 años antes de sacarla a la venta, y además se trata de la elaboración con mayor contenido alcohólico de la casa (10%). Pero dejémonos de números y barricas y vayamos a lo que realmente importa que es el contenido.

Foto con algunas de las tinas de madera tomada de Wiki.

Ya en copa presenta un aspecto realmente tentador, con un color cobre viejo, con una espuma prácticamente inexistente, y una carbonatación a penas perceptible. En nariz destacan mucho las notas dulzonas por un lado, mucha manzana asada, miel y uvas pasas, así como un punto de toffée, y por otro un punto vinoso, como de un oloroso, con notas marcadas a madera y oxidación, pero también notas a vinagre de módena no muy estridente, y vagos recuerdos a yogur. Por supuesto la oxidación también está presente con recuerdos a frutos secos como la avellana y también marcada acetona, aunque he de reconocer que menor de lo esperado. En boca, detrás de una entrada sorprendentemente viva, fresca y nada empalagosa, vuelve la misma dualidad descrita arriba, por un lado es muy vinosa y afrutada, como un jerez dulce pero con recuerdos a frutos rojos y también a ciruela pasa e higos, y en segundo plano aparece un golpe de acidez sorprendentemente vivo aunque este no conlleve una excesiva astringencia. ¡Ah! Y de sus 10% de alcohol ni rastro...  Curiosísima, sorprententemente joven pese a su más que evidente edad, y complejísima. Tanto es así que nos tiramos media hora alucinados con ella, oliéndola y saboreándola a sorbos pequeños, comentándola como pocas veces he podido disfrutar delante de una copa. De veras, maravillosa. Sin lugar a dudas y sin tener en cuenta todos los aspectos de limitada y singular que la rodean, es de las mejores cervezas que he tomado en mi vida. Un 10 para una década hecha botella. Mil milions de gràcies Sven, de tot cor!

Y con este auténtico regalo para los sentidos y sus diez años a la espalda doy por cerrado el triplete que ha conformado mi particular FFdA. Por último quiero dar las gracias nuevamente a Joan por su bendita excusa y también felicitarlo por haber conseguido que aquel germen que propuso hace justo ahora dos añitos se haya convertido a día de hoy en una fecha inexcusable dos veces al año para unos cuantos amigos cerveceros. Salut i bona birra!


Para quienes queráis leer los anteriores FFdA, aquí tenéis los enlaces a la primera, segunda, tercera y cuartaedición.

El lúpulo cocinero: cebollas de Bamberg.

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Después de mucho tiempo sin publicar en la sección de El Lúpulo Cocinero quisimos aprovechar la excusa brindada por el FFdA del pasado fin de semana para lanzarnos de nuevo a la cocina y marcarnos una receta típica de Franconia, región situada en el norte de Baviera, Alemania.


Hablo de las típicas cebollas de Bamberg, o en alemán Bamberger Zwiebeln, una receta no excesivamente complicada (aunque requiere su tiempo y elaboración) y en la cual utilizamos cerveza rauchbier como ingrediente y también como maridaje. Por supuesto la receta que hicimos se trata de una de tantas formas posibles de cocinarlas, ya que según donde busquéis podréis encontrar un tipo u otro de carne para el relleno, más o menos grasa…

Así que sin más, a continuación os dejo la receta.

- Ingredientes (para unas dos personas) -


- 2 cebollas grandes.
- Mantequilla.
- Perejil.
- Mejorana o en caso de no encontrar podéis utilizar orégano.
- Nuez moscada.
- 250 g de carne picada de cerdo.
- 1 huevo.
- Un par de rebanadas de pan duro remojadas en leche.
- Sal y pimienta.
- Unos 250 ml de caldo de carne.
- Unos 25 cl de cerveza rauchbier (en nuestro caso Schlenkerla Märzen).
- Un par de cucharadas de harina.
- 4 lonchas de panceta ahumada (o también podéis utilizar bacon ahumado).

- Elaboración -

1.Limpiamos las cebollas, cortamos una especie de tapadera con la parte superior y también cortamos la base para que tenga un buen asiento. A continuación vaciamos las cebollas con una cuchara parisina o algo similar. Aunque dependerá del tipo de cebolla y el grosor de cada capa, con que dejéis dos capas bastará para alojar dentro la mezcla y que no se escape al cocinarlas.

2.Picamos lo que hemos sacado de dentro de las cebollas y sofreímos en una sartén con mantequilla hasta que la cebolla quede transparente. Añadimos mejorana seca y un poco de perejil picado a la sartén y retiramos del fuego.

4.En un bol a parte mezclamos la carne picada con la cebolla sofrita, el huevo y el pan remojado con leche y la mitad de la panceta picada previamente. Mezclamos bien con las manos y añadimos sal, pimienta y nuez moscada al gusto.

5.Rellenamos las cebollas con la mezcla y las ponemos dentro de un recipiente con tapa apto para el horno (nosotros utilizamos una cazuela de barro). En ese recipiente añadimos medio vaso de caldo de carne y tapamos.

6.Cocinamos las cebollas al horno a 180ºC durante 45-60 min, dependiendo del tamaño de las cebollas. Durante la cocción iremos comprobando el caldo, si hace falta se añade más a media cocción.

7.Una vez cumplido el tiempo añadimos la cerveza y cocinamos en el horno otros 30 minutos.

8.Tras esos 30 minutos lo sacamos del horno y reservamos las cebollas. En el mismo recipiente (si habéis utilizado una cazuela de barro, sino pues en una olla) añadimos un poco de harina previamente disuelta en un poco de agua fría y cocinamos al fuego unos minutos para que se haga la harina. Vamos removiendo muy bien hasta que la salsa espese, quedando ligeramente untuosa. Si la salsa está un punto amarga podéis corregir con un poco de azúcar moreno y removerlo hasta que se integre en el conjunto. También corregimos de sal y pimienta.

9.Finalmente freímos bien la panceta que no habíamos utilizado y la ponemos encima de cada cebolla. Servimos las cebollas en plato hondo con un poco de salsa y espolvoreamos un poco de perejil recién picado por encima.


Si os apetece podéis acompañar las cebollas con sauerkraut (chucrutpara los amigos), un poco de puré de patatas y mostaza dulce. Para beber, por supuesto, nada mejor que tomar la misma cerveza con la que hemos cocinado, que en nuestro caso fue la magnífica y ahumadita Schlenkerla Märzen.

Solo nos queda animaros a que os atreváis con esta receta, muy resultona y pese a los  numerosos pasos y el tiempo de cocción es bastante sencillita. Ah, y por supuesto, ¡Guten appetit!¡Prost!

IX Mostra de Mediona.

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Otro año más es llegar el mes de junio y con él la que merecidamente muchos consideramos como la gran fiesta del panorama cervecero peninsular. Hablo evidentemente de la Mostra de Mediona, feria que este próximo sábado 14 de junio cumple la friolera de nueve ediciones (se dice pronto…).



A día de hoy dudo muchísimo que haya alguien que desconozca la grandeza, la importancia, y también el mérito que tiene esta feria. A quienes hayáis asistido poco o nada os puedo contar a estas alturas y a quienes no lo hayáis hecho aún pues la verdad que tampoco ya que por mucho que leáis y por mucho que os puedan contar nada es comparable a disfrutar de una estupenda jornada en esta auténtica delicia que organizan año tras año los grandes de Ales Agullons en Sant Joan de Mediona, en pleno corazón de l'Alt Penedès.

Por increíble que parezca vistos los precedentes de años anteriores (aquí os dejo las crónicas de 2010, 2012 y 2013), nuevamente nos han vuelto a asombrar con un cartel que se antoja imposible de asumir en una sola jornada: 64 cerveceros, con la lógica presencia mayoritaria de productores de Catalunya, pero también del resto de la península y también foráneos como Siren, BrewDog y Stavio.

A continuación os dejo el listado de cerveceros:

1 - Ales Agullons (Mediona)
2 - As Cervesa Artesana (Montornès del Vallés)
3 - Ausesken (Olost)
4 - Barbas (Valladolid)
5 - Beercat (St. Marçal)
6 - Bendita Malta (Aineto)
7 - Birra 08 (Barcelona)
8 - Birra Stavio (Roma)
9 - Birres Ribes (St. Pere de Ribes)
10 - Bleder (Rubí)
11 - Brewdog (Ellon)
12 - Castel (El Pobo)
13 - Cerberus (Artès)
14 - Cerveses de la Segarra (Sta. Coloma de Queralt)
15 - Cerveza Artesana Jara (Villanueva del Fresno)
16 - Companyia Cervesera del Montseny (St. Miquel de Balenyà)
17 - Cotoya (Asturias)
18 - Domus (Toledo)
19 - Dougall's (Liérganes)
20 - Edge Brewing (Barcelona)
21 - El Oso y el Cuervo (Noblejas)
22- Els Minairons (Òdena)
23 - Espiga (St. Llorenç D'Hortons)
24- Espina de Ferro (Vilanova del Camí)
25 - Ester i Marc (Valls)
26 - Falken Brewing (Vitoria)
27 - Gisberga (Belver de Cinca)
28 - Guineu (Valls de Torruella)
29 - Hope (St. Boi de Llobregat)
30 - Hoz (L'Hospitalet de Llobregat)
31 - La Calavera (Ripoll)
32 - La Cibeles (Leganés)
33 - La Font del Diable (Vilanova i la Geltrú)
34 - La Mataró (St. Pol de Mar)
35 - La Pirata (Súria)
36 - La Vella Caravana (Menàrguens)
37 - L'Anjub (Flix)
38 - Laugar (Gordexola)
39 - Les Clandestines (Montferri)
40 - Llúpols i Llevats / Glops (L'Hospitalet de Llobregat)
41 - Lupulus (Zaragoza)
42 - Maquis (Barcelona)
43 - Marina (Blanes)
44 - Mas Malta (Sta. Perpetua de la Mogoda)
45 - Molta Birra (La Bisbal de L'Empordà)
46 - Moon (Lliçà d'Amunt)
47 - Moska (Sarrià de Ter)
48 - Nomada (Sabadell-Vitoria)
49 - Popaire (Blanes)
50 - Ratpenat Cerveseres (Barcelona)
51 - Redneck Brewery (Cantabria)
52 - Reptilian (El Vendrell)
53 - Rústica Bufona (Escaladei)
54 - Senglaris (St. Cugat del Vallès)
55 - Sesma Brewing (Sesma)
56 - Sevebrau (Villanueva de la Serena)
57 - Siren (Finchampstead)
58 - Steve's (Barcelona)
59 - Tro Ales (Barcelona)
60 - Veer (Sebúlcor)
61 - Whym (Cassà de la Selva)
62 - Yakka (Murcia)
63 - Yria/Guinea Pigs (Noblejas)
64 - Zulogaarden (Molins de Rei)

Si a este extenso cartel le sumáis música en directo, buena comida, coleccionismo, una feria de artesanía y sobretodo muy buen ambiente y muchas ganas de pasarlo bien, desde luego la jornada se prevé apasionante.

A continuación os dejo la promo de esta edición y solo me queda deciros que por supuesto allí nos veremos. Salut i bona birra!!



Investigando la genética de la levadura.

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Hace unas semanas el periódico estadounidense The New York Timespublicaba un artículo sobre un proyecto de investigación muy interesante del cual hoy os quiero compartir algunos de los puntos más destacables.

La compañía estadounidense White Labs, una de las más prestigiosas del mundo si hablamos de estudios con levaduras y suministros entre otros sectores para la industria cervecera, está llevando a cabo un proyecto conjuntamente con un laboratorio del VIB, un instituto de investigación situado en Lovaina. Hasta el momento ambos laboratorios han secuenciado el ADN de más de 240 cepas de levaduras de todo el mundo, incluyendo las de cerveceras como Sierra Nevada, Duvel Moortgat o Stone.


Después de leer los 12 millones de moléculas que componen el ADN de cada variedad de levadura los investigadores podrán saber cuan relacionadas están unas con otras para elaborar un árbol genealógico y conocer las cervecerías que empezaron con las mismas cepas, cómo evolucionaron éstas hasta la actualidad y sobretodo cómo se traduce todo esto en cuestiones de sabor.

Levaduras líquidas de White Labs. Foto tomada de aquí.

Y es que a pesar de que la levadura cervecera es uno de los organismos más estudiados en la biología molecular, falta mucho por aprender sobre como se traducen sus genes en propiedades interesantes para los cerveceros. El fundador de White Labs, Chris White, comenta que “las levaduras pueden producir alrededor de unos 500 componentes relacionados con el aroma y el sabor, algunos de ellos relacionados con el contenido alcohólico, la claridad y la textura”.

Chris White. Foto tomada de aquí.

Troels Prahl, cervecero y microbiólogo de White Labs que dirige el proyecto, afirma que “comparando el ADN de centenares de levaduras y viendo cómo funcionan y producen cerveza de forma diferente tendremos una ventana al código genético”.

Troels Prahl en su laboratorio. Foto tomada de aquí.

El investigador principal del laboratorio belga, Kevin Verstrepen, va más allá y cree que “con esta información podremos seleccionar diferentes propiedades de las levaduras y cruzarlas para obtener nuevas cepas. En pocos años podríamos tener cervezas que sean muy diferentes y más interesantes de las que existen en la actualidad”.

Kevin. Foto tomada de aquí.

Desgraciadamente generar nuevas cepas de levaduras no es tan fácil como combinar dos de ellas puesto que muchas levaduras están altamente especializadas y raramente la combinación da como resultado una levadura útil. Existen herramientas genéticas para combinar genes de unas levaduras a otras pero según comenta otro investigador del laboratorio belga, Jan Steensels, la mayoría de cerveceros y consumidores no las quieren debido al estigma que rodea desde hace mucho tiempo a los alimentos modificados genéticamente.

Saccharomyces cerevisiae. Foto tomada de aquí.

Según Chris E. Baugh, investigador de Sierra Nevada, utilizando la genética podríamos conseguir que una levadura que produzca un aroma increíble pero no pueda fermentar por encima del 3% de alcohol, pueda ser más tolerante al alcohol. Pero Baugh también cree que estas levaduras difícilmente terminarán en gigantes como Budweiser, empresas por lo general muy orgullosas de sus cepas de levadura, y en cambio ve una salida más fácil en  las microcerveceras ya que estas buscan continuamente lo más novedoso e interesante.

Pero este proyecto de secuenciación no ha sido posible hasta hace poco, con una mejora de los equipos y la consiguiente aceleración de los procesos y la reducción en costes. Por ejemplo, el proyecto de secuenciación del genoma humano terminó en el año 2000 y tardó alrededor de una década y costó unos 3000 millones de dólares, y en cambio ahora los investigadores pueden secuenciar una levadura (mucho menos compleja, eso sí) en cuestión de días con un coste de unos pocos miles de dólares. De hecho los costes se han reducido hasta el punto que las primeras 96 cepas fueron secuenciadas de forma gratuita por la compañía Illumina para evaluar su equipo de secuenciación de ADN.

ADN. Foto tomada de aquí.

Randy W. Schekman, genético que ganó el premio nobel de Medicina y Fisiología en 2013, cree que estamos cerca de conseguir que los cerveceros puedan secuenciar su propia cepa debido a esta bajada de costes y la mayor velocidad de los procesos. Y también cree que puede ser un paso importante para la industria cervecera puesto que hasta hace poco esta ha sido bastante reticente a utilizar técnicas basadas en la biología molecular y la genética para mejorar sus cepas de levadura pese a que hace bastante tiempo que estas bases han sido investigadas.

Randy W. Schekman. Foto tomada de aquí.

Y hasta aquí lo expuesto en el artículo. Ahora solo falta que este interesantísimo proyecto de investigación termine de dar sus frutos para que puedan ser utilizados por las cerveceras, lo cual sin ningún tipo de duda irá en beneficio de sus productos y por tanto de todos nosotros. En este enlace os dejo el artículo original para quien lo quiera leer.

Mi Beerano Cervecero 2014 (#MBC14).

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El pasado sábado 21 de junio entramos de lleno en el verano y si hacéis un poco de memoria quizás recordéis que el año pasado por estas mismas alturas lancé un evento de crowd-writing (me encanta este término del amigo JAB) al que dedicí bautizar como Mi Beerano Cervecero (#MBC para los tuiteros…)

Para quienes no sepáis de lo que hablo, el objetivo del MBC era conseguir algo parecido a esa situación que se suele dar en las escuelas al terminarse el verano, con los críos y no tan críos contándose batallitas veraniegas más o menos acaloradas según el caso. Con esa intención convoqué el evento en junio y al llegar el mes de septiembre hubo hasta 28 participantes (bloggers en su mayoría pero también algunos desde el Facebook y el correo) que publicaron su entrada sobre su particular “beerano” cervecero. Bajo este paraguas desfilaron sobretodo relatos de viajes, pero también visitas a bares y ferias, crónicas al revés en el tiempo (literal), anécdotas de homebrewers y hasta una barbacoa... Un montón de vivencias que resumí en este post a finales de octubre.

Así que un año después volvemos a estar en las mismas, con todo el verano por delante, convocándoos para la segunda edición: Mi Beerano Cervecero 2014 (#MBC2014). A continuación os dejo el logo para este año para quienes queráis usarlo en vuestro post.


La idea es que una vez llegado el primer día de otoño, el 23 de septiembre (día arriba, día abajo), podáis publicar vuestro aporte en vuestro blog o Facebook (siempre que me indiquéis en los comentarios cuál es para teneros controlados…). El formato del post a publicar es completamente libre, me vale cualquier cosa siempre que aparezca la cerveza aunque sea de pasada. Desde una simple foto, a alguna crónica en un bar que ansiábais visitar, una jornada cervecera con amigos, mil y una batallitas de viajes… Lo que queráis. Y una vez estén todos publicados (dejaré algo de margen para aquellos despistados y/o faltos de tiempo) sacaré el resumen pertinente.

Pero a diferencia del año pasado, y para hacerlo algo distinto y espero que también más interesante, voy a sumar dos novedades al evento. Por un lado he pensado en hacer un concurso para premiar la mejor foto. Una vez publicados todos los post, la Reina Lúpula y un servidor elegiremos las 5 fotos que más nos gusten y luego las colgaré en mi Facebook para que la gente las vote. La foto que consiga más “Me Gusta” se llevará una botella de 75cl de la Hommelbier Harvest 2013.


La segunda novedad es otro concursomediante el cual premiaré aquella entrada que a nivel personal me haya gustado más, por original, por interesante, por hacerme reír a pierna suelta o por cualquier otra razón… En este caso el premio será otro botellón, un poco más especial si cabe, también de 75cl: la StruiseBlack Damnation I Black Berry Albert, pero no la botella serigrafiada que sacaron hace pocos meses, sino la primera edición con etiqueta de papel que podéis ver en la siguiente foto.


Pero tranquilos que en septiembre os lo volveré a recordar todo para que no haya demasiado líos ni despistes. Simplemente quedaros con que el 23 de septiembre es la fecha para publicar vuestro aporte.

A continuación iré actualizando el listado de participantes a medida que os vayáis apuntando mediante los comentarios aquí o en Facebook.

Listado de participantes.

1. Pau desde Lupuloadicto.
2. Cristóbal desde “Una bien fría.
3. Joan desde “Blog Birraire”.
4. Iker desde “Cervecerías de España”.
5. Barón desde “El Jardín del lúpulo”.
6. Gonzalo desde “Humulus Lupulus”.
7. Adrián desde “Cerveza Rudimentaria”.
8. Andrés desde “Dorado y en botella”.
9. Cerveceros del Mundo desde “Birreros del mundo, uníos”.
10. Jose / Teddy desde “Rubias, morenas, negras,... hablo de cerveza”.
11. Benji desde “En copa sabe mejor”.
12. Juan desde “La Cerveteca de JAB”.
13. Eslem desde “In Cervesio Felicitas”.
14. Txema desde “Y creo que he bebido…”.
15. Jota desde ¿Mail?.
16. Ilse desde ¿Mail/Facebook?
17. Compañeros de Pa Las Birras desde “Pa Las Birras”.
18. Dani desde “Las cervezas de Mr. Gordi”.
19. Álvaro y Gonzalo desde “Amante del Lúpulo”.
20. Benjamín MG desde Facebook.
21. Jorge desde Cerveriana.
22. Andrés y Mireia desde Cervecearte.
23. David desde Homo Lupulus.



Y esto es todo por ahora. Espero que os animéis a participar… ni que sea por los premios ;-). ¡A pasarlo bien durante el verano, con mucha y buena cerveza! Salut!


Edición limitada de 4 latas de Pilsner Urquell.

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Hoy queremos compartir con vosotros una noticia que seguro interesará a los coleccionistas de breweriana pero también a los amantes de la cerveza checa en general y en particular de una de sus cerveceras más reconocidas mundialmente, la PilsnerUrquell.


Y es que esta cervecera va a lanzar al mercado una edición limitada de 4 latas vintage de su archiconocida cerveza pilsner.


 

Los diseños de las 4 latas se inspiran en etiquetas antiguas de la marca, de los años 1925, 1937, 1984 y 1987. Se trata pues de un homenaje a la historia de una marca que pese al tiempo, aún conserva su origen intacto, con el clásico proceso de elaboración mediante triple decocción, el uso de agua blanda de los acuíferos de Pilsen, el lúpulo Saaz de la región de Zatec, la cebada de cáscara fina de Moravia y la levadura original que la hicieron única en 1842.

Esta edición limitada estará disponible en los centros de El Corte Inglés de la península a partir de principios de julio y hasta agotar existencias.

A continuación tenéis las latas y el significado de los diseños.


1. Skaladavyoz J. Vyskocil Trencin. Almacenado por J. Vyskocil en Trencin (ciudad de Bohemia).

2. Mesatanskeho Pivovar. La Fábrica de los Ciudadanos. Declarada en 1839, su construcción comenzó en 1840. La primera cerveza tipo Pilsen fue elaborada allí por Josef Groll en 1842.

3. Zalozel V. Plzni. Se traduce "Fundada en Pilsen”.

4. Vinicne Sumice. Ciudad de Bohemia.

5. Pilsner Bier. Con el fin de frenar los intentos de copiar la exitosa lager, la marca fue registrada en 1859. Posteriormente, cada barril recibió una etiqueta y número de serie.

6. Kriz Josef. Nombre de un propietario o distribuidor. Desde el inicio, la fábrica hizo hincapié en la importancia de vender su cerveza a establecimientos que gozaran de la mejor reputación.

7. Oldtrich Bibrdik. Nombre de un propietario o distribuidor.

8. Original Pilsner Bier. Marca registrada en 1896. La palabra "original" se añadió como una reacción al creciente número de fábricas de cerveza que estaban copiando el estilo Pilsner.

9. Prazdroj. En 1898 se registró la marca Prazdroj para destacar que era la fuente original de la cerveza tipo Pilsner. Prazdroj , en alemán "Urquell¨, significa ¨fuente original”.

10. Kladno. Ciudad de Bohemia.

11. El escudo de armas de la ciudad de Pilsen, que data de 1434.

* Año del packaging.


Así que ya sabéis, coleccionistas en general, lateros en particular y en definitiva amantes de la buena cerveza checa, estad atentos a vuestros supermercados más cercanos. Na zdraví!


IX Mostra de Mediona – Resumen de la A a la Z.

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Tras la estupenda jornada vivida hace casi dos semanas en Mediona tengo que reconocer que me quedaría muy a gusto dando simplemente las gracias en general a todos con los que compartimos alguna cerveza (que fueron muchos) y en particular a la familia Agullons. Pero ya conocéis mi incapacidad para sintetizar y condensar, así que voy a intentar dejaros una impresión lo más liviana posible de nuestra experiencia en la IX Mostra de Mediona.

A diferencia de otros años, por las pocas ganas de tomar notas de cata y por una memoria algo entrecortada, no me queda otra que dar salida a nuestras impresiones también de una forma algo intermitente y sin profundizar en exceso en las cervezas. Así que os dejo con mi particular “abecedario medionensil 2014” que espero que os guste… Sino, tenéis para rato… ;).


A. No podía empezar de otro modo que con la letra por excelencia de esta feria, la doble A de Ales Agullons, o lo que es lo mismo, Carlos y Montse, dos personas con un corazón gigantesco y padres cerveceros de varias de las mejores cervezas (y menos conocidas fuera de su entorno...) del panorama cervecero peninsular. Su maravillosa Barrica Merlot de barril (creo que tirada en hand-pump) sencillamente me hizo levitar de placer.

¡¡Esa Montse!!
  
B. Reconozco que en más de una ocasión no he terminado de entender el tema de las colaboraciones entre cerveceras ya que ni el precio ni el contenido me han dado razones para hacerlo. Pero por suerte cada vez hay más ejemplos de que colaborar es sinónimo de sumar y de sacar adelante un buen trabajo sin perjudicar en exceso el bolsillo. Un buen ejemplo de ello es la tri-colaboración entre As, Reptilian y Espina de Ferro, llamada Jelou Mai Neim IsBárcenas(de ahí la “b”), una Imperial IPA resinosa y cítrica muy bien compensada con una buena base maltosa pero al mismo tiempo muy bebible en su versión de barril. Enhorabuena por triplicado a los artífices, tanto por el contenido como por el genial nombre.

Una de las más gratas sorpresas del festival.

C de coleccionismo. No puedo sino agradecer a tantos productores que pese a todos los coleccionistas que les ahogamos entre peticiones de breweriana, algunos con más cara que otros y también en algunos casos (aislados, pero ahí están) rebasando límites con prácticas llamémoslas ilegítimas, pese a todo ello y más muchos productores se portan maravillosamente bien con los coleccionistas. De verdad, a todos los que nos aguantáis, mil gracias por vuestra paciencia y comprensión.

Con cracks así de generosos da gusto… ;)

D. Poder reprobar la Cotoya de Nisos, una cerveza que ansiaba repetir mucho tiempo después, e irme sin probarla de la feria porque no quedaba ni una gota creo que no merece otro calificativo que el de despistemayúsculo. Lo mismo podría decir de una Segarreta con cerezas (ni me enteré de que la traían), una tentadora Espina de Ferro envejecida en barrica, una atractiva Jara Carbonera, o directamente saltarnos algunos productores que solemos visitar edición tras edición como Bleder, Zulogaarden, Birra 08, Moska, Ausesken, entre otros… ¿La razón? “Ya las tomaremos más tarde, que aún es pronto…” y al final nos quedamos sin hacerlo. Despistado, distraído o directamente descerebrado… Todas ellas, palabras que empiezan igualmente con la letra “d”.

Que sí, Diego, que me he perdido esa cerveza de nisos... ;)

E. Mediona es mucho más que una simple feria y esto se percibe también por la gran cantidad de novedades que muchos cerveceros presentan aquí. Entre todas esas novedades no faltan  algunos experimentos curiosos, desde los más “clásicos” como la Cotoya Siderale, una fusión genial entre cerveza y sidra, la Marina Vinya Hop con uva o la cada año diferente pero siempre interesante Reptilian Marranada 4.0(muy vinosa este año). Pero también algunas novedades muy interesantes como el hidromiel de Guinea Pigs (aunque esperaba más en general gustó), la Gaianadade Les Clandestines, una Popaire con algarroba… Desde luego por variedad y singularidades en esta feria no será!

Preciosa etiqueta para un curioso experimento...

F. Si hay un adjetivo que le va como anillo al dedo a la sensación que tuvimos en unos cuantos stands ese es el de familiar. La Pirata, Agullons, Laugar, Reptilian, Popaire, Marina, Holz, Sevebräu… Porque la cerveza es mucho más que lo que contiene el vaso, y quienes están tras ella en la mayoría de casos merecen y mucho la pena.

El gran Issac de Reptilian, un clásico en Mediona.

G. Uno de los momentos musicales de la feria fue el de Gigatrón y ese fake de Final Countdown en el stand de Guineu. Además de la música, y aunque a esas alturas de la tarde uno ya no estaba para sacar muchas conclusiones de las cervezas que tomaba, según los apuntes por lo visto su Montserrat Peinado, aunque corpulenta y algo alcohólica, nos gustó.

No, Txema, este no es “el baile de los gorilas”… ;)

H de Hölzbräu. Al igual que la gente de Guineu, en el stand de estos “maderos” (hölz = madera en alemán) tampoco suele faltar la guasa, el buen rollo y unos nombres para las cervezas realmente brutales (“Reservoir Hops”, “Supporter”, “Sex a Pils”…). Con Albert (qué tío más grande) probamos su Altzheimer, una alt que nos gustó pero a la que eché en falta ese punto extra de lúpulo propio del estilo.

Geniales los nombres y sus artífices.

I de intensa jornada es lo que mejor define lo vivido en Mediona este año. Aunque visitados de forma fugaz, no quería olvidarme de algunos productores que visitamos y donde compartimos charla, cerveza y buenos momentos: Senglaris, La calavera, los valenciano-turolenses de Castel, Rustica Bufona, Hope, La Vella Caravana, El Oso y el Cuervo, Guinea Pigs, Veer, L’Anjub, Les Clandestines…

Buena gente la de Veer… ¿Pero que hace ahí dentro Joan Albert?

J de jarana, jolgorio y sobretodo auténtico júbilo es la lógica consecuencia de la palabra anterior, y también es la razón por la que año tras año volvemos a esta feria. Amigos, cervezas y un ambiente genial. No hace falta nada más.

Que no falte el clásico momento “porrón”…
Gran Albert de Holz!

La cara de Joanet era todo un poema a cierta hora de la tarde… ;-)
  
K. Si el año pasado la meteorología fue uno de los quebraderos de cabeza, con un intenso chubasco que estuvo a punto de arruinar la feria y otro a media tarde esta vez unido a una fuerte tormenta eléctrica, las previsiones para este año tampoco eran nada halagüeñas… Parecía un tanto kamikaze, con "k", lanzarse a la carretera para comerse un buen chaparrón, pero al final la tromba fue de calor abrasador, también con "k" pero de grados Kelvin.

L de La Pirata, Laugar y La Petra, tres proyectos comandados por gente muy joven, muy llana y cuyas cervezas muestran un lógico carácter atrevido pero que también denotan cabezas muy bien puestas sobre los hombros. Cualquier lista presente y sobretodo futura de los cerveceros más interesantes del panorama peninsular debe incluirles necesariamente. De La Pirata me sorprendió su interpretación de una farmhouse ale con brett que con algo más de tiempo estoy seguro que dará que hablar; también Laugar con su EPA lupuladita y refrescante y también su Aupa Tovarisch, diferente a la que conocí el año pasado en Mediona, algo más oxidativa, con recuerdos a pasas, licor y madera pero también genial; y finalmente La Petra, de quien aún no conocía sus cervezas pese a los buenos comentarios escuchados y leídos y que me dejaron muy gratamente sorprendido… Su refrescante y “amarilla” Yellow Fever, también curiosa La Cabaña del Tio Valerio hecha con endrinas (entre otros ingredientes) y el copón Kashkal. Lo dicho, tres proyectos jóvenes de fachada pero con una sorprendente madurez en sus cabezas pensantes.

La Pirata...

... Laugar...

... y La Petra.

M de Marinay La Mataró, pero también de mar, puesto que las ciudades que las alojan, Blanes y Mataró respectivamente, viven de cara al maravilloso Mediterráneo, igualmente con “m”. En cuanto a Marina, aún recuerdo cuando los conocimos en 2010 en esta misma feria y empezaban a dar sus primeros pasos, y desde entonces no han parado de crecer, y como muestra su interesantísima Vinya Hop hecha con uva blanca y con reminiscencias a un cava, que probamos por tercer año consecutivo (y cada vez mejor); y también su Liam 15, muy fresca, cítrica y bebible, para tomar a litros. Por otro lado, más al sur, tenemos Mataró, donde se encuentra la micro con el mismo nombre y de quienes tenía el gusto de haber probado su cerveza de trigo y también la Baltic Porter (muy destacables ambas, pero especialmente me sorprendió esta última). Al ser la única que no conocíamos nos lanzamos por su Bitter, con un toque muy particular al estar elaborada con centeno. Dos cerveceras a tener muy en cuenta también.

Els "marinos".

Un rato bien agradable pasamos en La Mataró.

N. Si hubo una conversación que salió varias veces a lo largo de la jornada y con diferentes caras de por medio esta fue sobre el buen nivelgeneral de las cervezas probadas. A nivel personal no recuerdo ningún fiasco, brebaje o patinazo importante, y tanto las cervezas aparentemente más “básicas” para tomar a litros como también los auténticos “copazos” para tomar con más calma, conforman una realidad cada vez más esperanzadora.

El vikingo Kristian (Popaire) y
sus cervezas tienen un aura especial… ;) 

O. Año tras año insisto en marcarme algunos objetivos para esta feria según la facilidad que tenga para acceder a las cervezas, si se trata de tiradas limitadas, según el tiempo disponible o el momento del día (no es plan de empezar con Imperial stout a las 10 de la mañana…) y la conclusión que saco una y otra vez es la misma: ¡que los objetivos no sirven de nada! Así que en mi opinión lo mejor, en esta y en cualquier otra feria, es dejarse llevar… Aunque el resultado final os lo podéis imaginar… ;)


P de pitanza, uno de los asuntos que nunca van desligados de Mediona. Aún recuerdo aquel primer y mítico “jambon” de la primera edición que visitamos, hoy en día un clásico de la feria… O los bocadillos con carne de caballo… Ahora la oferta gastronómica ha crecido y se les han unido desde pizzas caseras al horno de piedra, comida asiática… Por no hablar de esa tentación que es el mercadillo de productos de proximidad donde hace unos cuantos años que no puedo evitar cargar viandas para unas cuantas semanas. Lo dicho, además de beber, para quien quiera comer, Mediona es también imperdible…

¡Que viva el buen embutido catalán!
  
Q de quirópteros, animales comúnmente conocidos como murciélagos y nombre utilizado por Rat Penat Cervesers (rat penat = murciélago en catalán), un stand en el que paramos porque su 2014 IPA nos sorprendió gratamente en botella unos meses antes y queríamos probar su Jornal, una “black mild” con notas a café y cacao muy equilibrada, con carbonatación justa y bastante conseguida. Además, aquí nos reencontramos con varios conocidos, a alguno de los cuales por fin le pusimos nombre además de cara… Las vueltas que da la vida… Albert, Loren y Quilez, molt bon treball!

No me negaréis que parecen sacados
de la portada de un grupo heavy...
  
R de Rosana. Por tu paciencia al tomar prácticamente todas las notas sobre las cervezas, por tu sorprendente capacidad de beber sin perder el sentido y tu completa inmunidad frente a las resacas, pero sobretodo por ser la cosa más bonita que me ha pasado nunca en la vida.


S. Aunque hubo varias cerveceras que me sorprendieron muy gratamente, la extremeña Sevebrau fue sin duda una de las que más. Por la sensatez y su saber hacer, trabajando y hablando con sensatez, respeto y seriedad, pero también con atrevimiento y una maestría verdaderamente envidiable. Si no recuerdo mal nos fuimos de su stand habiendo probado todo lo que traía, desde estilos más vistos en nuestro panorama como una Pale ale (muy buena esa Castúa, maltosa, seca y ligera), la Seve IPA (también británica de corazón) o incluso una Pils(según él, aún falta de acondicionado, pero que gustó a todos los que estábamos allí), y por encima de todas su Serona, una Strong Ale de inspiración británica que me dejó sin palabras, elaborada con varias especias que lejos de saturar formaban una sinergia deliciosa con el conjunto goloso. Mi más sincera enhorabuena, Seve.


T. Íntimamente ligado a la letra “d” de despiste está la “t” de tiempo, o más bien de la ausencia del mismo, porque ni aún llegando a Mediona poco después de las 10 de la mañana y saliendo pasadas las 2 de la madrugada nos dio tiempo a probar cervezas de todos los productores. Alrededor de una treintena de de un total de sesenta y cuatro aparecen en garabatos y borrones indescifrables de mi libreta, lo cual me lleva al eterno debate de si esa cifra (que seguro volverá a crecer el año que viene, no tengo la menor duda…) no sería más asumible ampliando la duración de la feria a todo un fin de semana entero en lugar de celebrarse únicamente el sábado. Seguro que a los cerveceros les compensa más el viaje y a quienes nos desplazamos bastantes kilómetros por puro placer también…

U de UK. He de reconocer que para esta edición me hacía mucha ilusión conocer a la gente de Siren (junto con The Kernel, Magic Rock y alguna más es de lo mejor que he probado de Reino Unido en estos últimos años). Pero cual fue mi decepción al encontrarme que al igual que en el stand de la escocesa BrewDogen su lugar estaban los importadores de sus cervezas. Entiendo la dificultad de que vengan los mismos cerveceros hasta aquí pero en mi opinión poner a los importadores no tiene demasiado interés puesto que si quiero comprar y probar sus productos ya tengo tiendas y bares… Por otro lado, británicos de corazón aunque asentados ahora mismo en Catalunya, son la gente de Beer Cat, de quienes probé solamente su La Masia (muy cítrica, fresca y ligera) que me gustó bastante. Apunta esta gente. Y puestos a hablar de británicos no podía obviar La Font del Diable, que aunque sean de Vilanova i la Geltrú poseen unas particulares interpretaciones de estilos británicos que nos embaucaron en sus versiones de barril: sus ricas Inipi y Blooming Nelson, pero en especial su James Brown (enorme en sabor, muy británica, con muy poco cuerpo, ligera y seca… ¡un escándalo!).

Beer Cat.

La Font del Diable.

V de Vitoria, de donde es Falken Brewing y su cervecero Oscar, quien me dejó muy gratamente sorprendido en la edición 2013 de Noblejas con su rica Siberian Coast. Esta vez probamos 1UP, también muy bebible al igual que la Siberian, con notas a pomelo y algo de fruta, muy fresca y equilibrada. Otro de los cerveceros con una gran proyección de futuro. No tengo la menor duda.


X de 10 en números romanos, la asombrosa cifra que cumplirá esta feria el año que viene. Espero que se vuelvan a alinear los astros porque espero no perdérmela.

Como me gusta Mediona…

Y– De Y creo que he bebido, o lo que es lo mismo, el buen amigo Txema, compañero de batallas ahora más que nunca, y con quien compartimos la jornada de principio a fin. Fue todo un placer, mestre! Pero también fue un placer compartir parte de la jornada con Joan Birraire, Joan Albert, Raul Riu Rau y su experimental “Citra-litrona”, Robert Merryman, Anna Cufí, Dani CerveTV, Oliver, "Nohay Sihay" o el doble de cierto famoso actor ;) y unos cuantos amigos más que ni mi mente distraída ni las casi dos semanas que han pasado desde que terminara la feria me permiten recordar… Mil perdones!


Z. Si hay algo maravilloso que lo resume todo en esta feria, además de las personas, es la palabra Zythos, cerveza en griego y razón por la que tantos y tantos de nosotros nos juntamos tantísimas veces allá donde haya cerveza mal que le pese a nuestro bolsillo y a nuestro hígado. ¡Que viva la cerveza!

Salut, Carlos!

Y hasta aquí los  "retazos" de lo que pudimos disfrutar este año. De verdad, aunque pueda resultar cansino y aunque a más de uno le tire atrás la distancia, haceros la idea que si llevamos tantas ediciones mascándonos 400km de carretera a la ida y otros tantos a la vuelta, sinceramente es por algo que va más allá del número de cerveceras, de sus decenas de cervezas, de poder reencontrarnos de nuevo con tantos amigos y conocidos, del ambientazo inconmensurable, de dar rienda suelta al coleccionista que uno lleva dentro de sí… Es inexplicable y la única forma de que lo comprobéis es visitando Mediona. Palabra que no tengo comisión por cada visitante… Aunque habrá que empezar a revisar este punto, ¿no os parece, familia Agullons? ;-).

¡Hasta el año que viene!Salut i visca Mediona!


Una cervecería arriba de un árbol.

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¿Cuántos de vosotros habéis soñado alguna vez con tener una de esas preciosas casas-árbol que aparecen en muchas series y películas estadounidenses? A los que creáis que ya estáis algo mayorcitos para ellas hoy os voy a hablar de una en concreto que quizás os haga cambiar de opinión.

Situado cerca de la región de los Grandes Lagos, en medio del Mohican-Memorial State Forest del estado de Ohio, se encuentra un bosque con un complejo de cabañas y casas-árbol con un aspecto realmente apetecible. En este entorno, en 2013, el equipo de Treehouse Masters del Discovery Channel, que como bien habréis supuesto por el nombre es un programa sobre casas-árbol construidas a lo largo y ancho de los Estados Unidos, levantó una casa aquí con la particularidad de que en su interior alojaba las instalaciones de una cervecera llamada, cómo no, Treehouse Brew Company(no confundir con la cervecera del mismo nombre situada en Massachussets, en la costa este).




Esta caseta, situada a casi 7 metros del suelo y con una superfície interior de 60 metros cuadrados, contiene un pequeño equipo para producir cerveza y también una barra y varias mesas pequeñas para poder disfrutarla.



La mala noticia es que según parece esta casa-árbol fue remodelada en junio del año pasado para poder alojar huéspedes al igual el resto de casas y por lo tanto la casa-árbol-cervecería ahora mismo no deja de ser es otra “simple” casa-árbol. Aún así se puede reservar esta casa para dos personas a partir del módico precio de 150$ (ahora mismo unos 110€ al cambio).

Sin duda se trata de una auténtica excentricidad, pero no me negaréis que tiene su encanto… Así que por si hay alguien que esté interesado en visitar la zona o incluso alquilar la casa, aquí os dejo su web.


* Todas las fotografías tienen sus respectivos derechos de autor.

Un currículum cervecero curioso.

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Con la dramática situación laboral que nos asola ahora mismo uno tiene que ingeniárselas para buscar trabajo y en ese sentido es muy importante la forma de presentar un curriculum. Quizás penséis que lo mejor sea inventaros parte del contenido para ganaros unos puntos (aunque a la hora de la verdad de bien poco os servirá…) pero sinceramente os recomiendo que os lo curréis siendo originales para así poder captar la atención de quien os lo pueda leer.


Arriba podéis ver la genial idea que tuvo Brennan Gleason, un estudiante canadiense que estaba finalizando sus estudios universitarios en la Columbia Británica, y a quien le fue asignado un proyecto de auto-promoción.


Pensó en elaborar una cerveza en su casa y durante las 7 semanas que ésta tardó en consumarse diseñó un pack que las envolviera y en el cual se reflejara su personalidad y sus gustos por un lado y por otro lógicamente su currículum (de ahí el nombre de Résum-Ale), con códigos QR diferentes en cada botella mostrando trabajos suyos y hasta una chapa personalizada.



Pero lo mejor es que lejos de quedar como otra gran idea más, Brennan lo mandó a diferentes empresas de diseño de Vancouver y recibió ofertas de trabajo de varias de ellas, aceptando la que le ofrecía una tal Techtone trabajando como director creativo de márketing digital.

Así que ya sabéis, además de proporcionaros salud, felicidad y muchísimas otras cosas agradables, la cerveza también os puede servir para encontrar trabajo!

Salut!

*Todas las imágenes tienen sus respectivos derechos de autor.

Un fin de semana por Roma (IV): Brasserie 4:20 y Smoke Ring.

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Unos cuantos meses después por fin doy por cerrado el bloque de entradas sobre el viaje que hicimos a Roma en febrero con una reseña a la Brasserie 4:20, sin duda uno de los mejores locales de la ciudad junto con el Ma Che Siete y el Open Baladin.

Pero antes quería hablaros del Smoke Ring, situado justo al lado de Brasserie 4:20y que descubrimos por auténtica casualidad al tener que esperar a que abriera éste otro.

El local parecía uno de esos sitios americanos de comida barbacoa, con mucha madera y ladrillo en las paredes y la bóveda del techo, con una pequeñísima barra al fondo y unas cuantas mesas grandes tipo picnic para sentarse. En cuanto a la cerveza disponían de seis grifos, uno con la esquiva Schlenkerla Urbock y los cinco restantes todos ellos de la micro italiana Revelation Cat, lo cual nos hizo sospechar (y posteriormente lo confirmamos) que este local era propiedad de Alex Liberati, cervecero de la citada microcervecera y también de la Brasserie 4:20.



Nos pedimos una Revelation Cat100 Days on the hops, una “czech IPA” (eso decía) con 5,8% de alcohol, cítrica, afrutada y leñosa pero sin ese carácter esperado del Saaz, que cumplió justita; y por otro lado la R.C.Hopaddendum, otra IPA pero en este caso con muchos recuerdos a fruta tropical y también cítricos, con un amargor marcado y aparentemente más ligera pese a tener 6% y que nos gustó más. Para cerrar la visita elegimos una double IPA (4 de los 6 grifos eran IPA o double IPA) en este caso llamada Mauricius Maleficium bastante contundente, maltosa y corpulenta que aunque gustó nos terminó cansando un poco.


Además de los seis grifos de cerveza, como podéis ver en la foto de la derecha, tenían otros tantos con ron, ginebra, vodka… con los que preparaban cócteles tentadores como el elaborado con un tal Hoppy Bourbonque tenían en barrica, pero los tuvimos que obviar dada la jornada intensa que nos esperaba posteriormente. También tenían una oferta amplia de comida tipo barbacoa como costillas y hamburguesas de ternera.

El único punto que no nos gustó del local a parte del precio excesivo (5 a 6 euros por 40 cl - o menos - de cerveza de barril elaborada por ellos mismos…) fueron los vasos horribles (en la foto anterior se pueden ver), literalmente unos botes de conservas de vidrio con los bordes para las tapaderas y todo. Curiosos, quizás, e incluso algo graciosos, pero también bastante incómodos por no llamarlos horteras, para qué engañarnos…

Tras salir del Smoke Ring entramos en su vecino Brasserie 4:20, el auténtico protagonista de la jornada.


Lo cierto es que sus mayores atractivos no son ni el horario de apertura (19.00h) ni mucho menos su situación, en el flanco oeste del río Tíber y al sur del bohemio Trastevere pero con unos alrededores de barrio periférico bastante tétricos e inseguros a cierta hora de la noche. Pero sin duda una visita cervecera a Roma debe incluir este local, y a continuación entenderéis el porqué.

El bar tenía una estética moderna, con muchas tuberías descubiertas y colores fríos en algunas paredes y las luces, todo ello contrarrestado por la calidez del ladrillo de la bóveda, el lúpulo seco que colgaba del techo y las innumerables pizarras coloridas.

No conseguí hacer una sola foto decente de la barra
así que os dejo esta de 
su propio perfil de Google+.

Zona de mesas justo enfrente de la barra.

Como tantas otras veces, preferimos sentarnos en la larga barra, suficientemente ancha y con cómodos taburetes para cenar cómodamente y también poder charlar con el barman, quien siempre tiene algo que ofrecer.

Pizarra con los barriles.

Neveritas repletas de joyas.

Tras analizar detenidamente la pizarra con los 20 barriles (la mitad de ellos, como era de esperar, de Revelation Cat, pero también Schlenkerla, Boon, Mikkeller… e incluso una Gose auténtica de Leipzig) nos decantamos por seguir explorando lo que ofrecía Revelation Cat, esta vez con su Bombay Cat, una black IPA con una combinación bastante conseguida de notas torrefactas, cacao y lúpulos con recuerdos a fruta tropical y cítricos. Por otro lado, y como no podía ser de otro modo, pedimos la Gosede Bayerischer Bahnhof, menos ácida de lo esperado, cítrica y con bastante presencia del cereal, así como un punto salado y a manzana verde. Cómo me gustan estos estilos clásicos y/o sus revisiones actuales…

Bombay Cat y Gose (ésta última con
el mismo vaso horrible tipo bote de conserva).

Sonando de fondo Sultans of Swing de Dire Straits (muy buena selección musical en todo momento, por cierto) nos animamos con la BlaBla Blend también de R. Cat, una lámbica con mucha presencia de notas a limón, ligeramente astringente y con recuerdos a madera no muy estridentes que nos pareció simplemente correcta. Para seguir con el lado ácido de la vida nos pedimos R. Cat Unicron (en la pizarra aparecía mal escrito), una sour ale por lo visto muy limitada hecha con la mezcla de una Russian Imperial stout con una Belgian Sour Stout y envejeciendo el conjunto 18 meses en barrica de Jerez, con 10% de alcohol. Sencillamente brutal, con la madera y las notas torrefactas como claras protagonistas, aunque dando la sensación de tratarse más de un Bourbon por los recuerdos a turba, caramelo y cacao y algo de vainilla. De verdad, una cerveza realmente peculiar, con un conjunto de matices muy rico y muy bien ensamblados. Sensacional.

BlaBla Blend y Unicron.

A estas alturas las entrañas empezaban a pedir algo de sustento para amortiguar todo lo bebido así que pedimos, dejándonos recomendar, una Hopburger de ternera Chianina con lúpulo en flor entre sus ingredientes (realmente muy buena, jugosa y sabrosa) y un sándwich de pollo y verduras, además de unas patatas fritas con varias salsas.

Si las fotos permitieran oler y saborear...

Inspirados entonces con I’ve just seen a face del cuarteto de Liverpool nos pedimos la Revelation Cat Death Star en botella, una I.stout curiosa, algo más dulzona y cremosa de lo habitual para el estilo, y con muchos recuerdos a cacao y vainilla. Muy rica.

Etiquetaza para una buena cerveza.

La noche avanzaba, cada vez a un ritmo más lento y con las caras también más sonrojadas. Desfilaban por los altavoces Scorpions, más Beatles, Queen… hasta que de repente llegó Stairway to heaven de Led Zeppelin y un arrebato de energía me llevó a pedir la última cerveza de la noche, cuyo nombre tan inspirador, R. Cat Nemesi, sabía que no me iba a decepcionar. Se trataba de una sour ale con 12% de alcohol con marcado protagonismo de frutos rojos tipo grosellas y arándanos, astringente, ligeramente dulce y también un punto ácido pero bien equilibrado, vinosa, como si se tratara de una red flanders pero con bastante más cuerpo.

Copón sensacional para rematar la velada.

Y en auténtico éxtasis nos despedimos de este buen local del que destacaría sin duda el ambientazo que había por la noche, la música y la comida así como la amplia selección de cervezas en barril y también en botella, entre ellas algunas joyas vintage (bastante caras, eso sí). Respecto a lo más flojo, además de lo citado anteriormente del incómodo horario de apertura y su situación geográfica, tengo que mencionar sus precios algo caros y un personal algo distraído, poco rodado y sin saber muy bien lo que vendía (hasta que llegaron más tarde los “refuerzos”…). Sobre los precios, dejando a un lado la comida y las cervezas en botella (si quieres algo especial, algo tiene que costar…) especialmente destacable por lo negativo me pareció que las Revelation Cat, siendo cervezas elaboradas por los mismos propietarios, costaran los 35cl a 5,50€-6,30€. Pero aún con todo eso, y como decía, sin duda la Brasserie 4:20 debería ser un must en cualquier visita cervecera a Roma que se precie.

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Y con esta entrada doy por cerrado el bloque sobre el viaje a Roma de febrero. Muchas cosas se han quedado en el tintero pero creo que con todo lo que ha desfilado en estas cuatro partes os podréis hacer una idea bastante aproximada de la interesantísima y viva realidad cervecera que bulle a día de hoy en la città eterna. A quienes no conozcáis Roma desde luego os insto a que la visitéis lo antes que podáis porque seguro que querréis volver. A quienes ya lo hayáis hecho no creo que haga falta daros razones para ello. Sin duda en lo personal Roma me ha enamorado mucho más de lo que lo ha conseguido hasta el momento cualquier otra gran capital europea.


Viajando por el mundo según el precio de la cerveza.

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Estamos en pleno verano y llega el momento en el que mucha gente se toma sus merecidas vacaciones. Hay que elegir un destino e incluir en el presupuesto del viaje el alojamiento, las comidas en restaurantes, el combustible del coche, las entradas a museos… y también, cómo no, la cerveza.

Así que a continuación os dejo una infografía muy entretenida con la que podréis dejar volar vuestra imaginación viajando alrededor del mundo en base al precio de las cervezas  en diferentes países y algunas otras estadísticas. Los datos, eso sí, están en dólares...



 
 

Resumiendo, el mejor destino para tomaros unas cervezas en botella de 50cl es Ucrania (0,43€), Vietnam (0,43€), Camboya (0,50€), Arabia Saudí (0,51€) o Rep. Checa (0,52€). En cambio si vais sobrados de presupuesto podéis viajar a Oriente Medio, bien a Irán (5,66€), Kuwait (5,20€) o Emiratos Árabes Unidos (4,55€), que son los países más caros seguidos de Papúa Nueva Guinea (3,77€) y Singapur (3,47€).

¡Lo que es seguro es que la cerveza no puede ni debe faltar!

La fuente de la infografía es esta web.

BBF 2014 (3): Conclusiones del festival.

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Tras echar unos cuantos números y rememorar las diferentes cervezas que bebimos, hoy toca cerrar el ciclo de posts referentes al Barcelona Beer Festival 2014 con las conclusiones y reflexiones que extraigo a nivel personal de esta tercera edición.

En primer lugar no podía empezar de otro modo que ligando esta edición con la anterior a través de la organización. Y es que si hay algo que me alegra haber podido comprobar, aunque no tenía duda de que iba a ser así por el interés demostrado en numerosas ocasiones a través de las redes sociales y los guiños a los blogs (entre otros...), es que la organización escucha. Ha escuchado y lo más importante es que sobretodo ha tratado de dar respuesta dentro lo posible a algunos puntos que se criticaron el año pasado: sillas para sentarse, referencias interesantes pinchadas en cualquier momento...

Después de quedar algo despagado el año pasado con el festival, incluso llegando a plantearme si quizás este año era mejor dedicar el tiempo y el dinero a otras propuestas foráneas, finalmente por la seriedad de la organización decidí que debíamos volver y no me arrepiento lo más mínimo de haberlo hecho, más bien al contrario. Y por ello creo que quienes no hayan podido o querido asistir este año deberían replanteárselo para una futura edición.

Pero antes de pasar a ver punto por punto los diferentes aspectos que me parecen más destacables, creo que hay un matiz en lo personal que ha hecho que cambiase la percepción y el disfrute del fin de semana. Hablo de la eliminación por completo de cualquier planning de lo que íbamos a beber dentro del festival (nada de wishlists, ni "sueños eróticos" con tal o cual cerveza...), y por otro lado intentar disfrutar de alguna actividad interesante (el año pasado no asistimos a ninguna), pero también englobar el BBF todavía más en un fin de semana completo a base de visitas puntuales a otros locales, limitando la asistencia al BBF como mucho a media jornada diaria. Todo esto sumado a disfrutar con amigos, charlar con conocidos y también conocer a gente nueva, y también enfocarlo como un gran fin de semana en el que no todo fuera probar cervezas, es lo que en resumen ha hecho que a nivel personal me haya merecido mucho la pena desplazarme hasta Barcelona.

Dicho esto, a continuación quiero dejaros mi opinión sobre diferentes puntos que me parecen destacables sobre la organización, las cervezas y también la localización de este BBF2014.

La sala del festival.

- ORGANIZACIÓN -

Novedades respecto al año pasado.

Beer informer. Desde el momento que me enteré la novedad de los beer informer me pareció un gran acierto ya que hace que el BBF no sea un festival solo para frikis, acercando la cerveza a todo tipo de público. No tuve el gusto de charlar con ninguno de ellos y por lo tanto tampoco puedo opinar sobre su preparación o conocimientos, así que si hay alguien que lo hiciera sería interesante tener opinión al respecto. Pero insisto, este guiño al neófito es para ser aplaudido.

Meet the brewer. Un acercamiento a como funcionan las típicas ferias que tanto abundan en tantos pueblos, interesante para conocer de primera mano a quien está detrás de la cerveza sin tener que sentarse en el típico salón de actos a escuchar una charla magistral. Otro gran acierto.

La guía.

Al igual que el año pasado (incluso más esta vez) estaba muy trabajada, con detalles de las cervezas, horarios, comida, locales para visitar fuera del BBF… Así que no por obvio creo que debe dejar de ser destacado. Había algún nombre mal escrito y también alguna información incompleta, pero es algo nimio en comparación con toda la información útil tanto para neófitos como para aquellos que queremos ir más allá del “folleto-propaganda”.

Cobrar entrada.

Como ya se ha comentado en diferentes foros, creo necesaria la existencia de un precio para la entrada, aunque ello pueda significar renunciar a un grueso de gente potencialmente interesada. Tal y como está montado el festival, en un espacio con aforo limitado, solo por el hecho de evitar a gente que solo quiere pasarse a dar una vuelta sin más, creo que es necesario.

¿El precio? Sinceramente 7 euros por una guía, un vaso personalizado y 2 fichas para consumir me parece más que correcto y más dando acceso para todo el fin de semana. En algunos festivales de fuera (USA, UK, Dinamarca…) se pagan auténticas fortunas por asistencias mucho más restringidas y unas condiciones también mucho menos favorables.

Actividades.

Primeramente quiero volver a dar una palmadita a la espalda a la organización por conseguir que la gran mayoría de actividades fueran gratuitas. Solo las actividades con maridaje y ahora no recuerdo si alguna otra más, tenían coste. Gran trabajo. He leído por ahí algunas críticas al enfoque de algunos ponentes, que si daban poca información útil y demás, pero no puedo opinar al respecto puesto que solo asistimos a dos, que comento brevemente a continuación.

En cuanto a las dos actividades a las que asistimos, ambas de maridaje, la del Racó d'en Cesc y la de La Barricona, costaban 8 euros cada una y las disfrutamos mucho. Quizás nos sorprendió más la de Barricona por el desparpajo de quien hablaba, por desconocer el proyecto, por la calidad y cantidad de platitos que nos dieron a probar, pero también Edgar y Toni del Racó d’en Cesc ofrecieron una gran charla, un tanto diferente a lo que suele ser habitual en esto de los maridajes, sin menos ejemplos a degustar y tratando más aspectos técnicos, pero igualmente interesante. Posiblemente publicaré un post sobre ambas en un post más adelante, pero en resumen felicito tanto a los ponentes como a quienes apostaron por ellos.

Equipo Barricona.
Uno de los platitos del maridaje de la Barricona.


El festival para profesionales.

Me parece destacable conseguir congregar a gente tan interesante en un mismo espacio, desde productores, distribuidores, encargados de bares, tiendas, prensa… tanto foráneos como locales. Es una gozada tener a tanta gente y que solo hayan hecho falta tres ediciones para poner a Barcelona en el mapa en este sentido.

Aún así, es cierto que no me termina de convencer el formato de “todos juntos y revueltos” únicamente identificados por unas acreditaciones que en algunos casos hubo quien prefirió quitarse. Es complicado y echo de menos el contacto que se tiene en la típica feria con el productor delante de tus ojos, pero también es cierto que en según qué ferias el productor no está para muchas charlas ya que tiene que servir su cerveza. El punto de los meet the brewer va en este sentido y me gusta, pero creo que además se tiene que seguir insistiendo en dar visibilidad a alguna gente, sobretodo para quien empieza a adentrarse en este mundo y no conoce a nadie.

También eché en falta más coloquios o debates, enfocados tanto para iniciados como para interesados y un tanto desorientados, así como también debates con protagonistas con experiencia de años en el sector y que pueden ayudar a reenfocar modelos de negocio o aportar ideas mediante su interesante punto de vista.

Comida.

El año pasado la oferta no era muy amplia y los precios me parecieron caros. Esta vez la oferta fue muy pobre en número (solo tres stands: uno con quesos, otro con comida asiática, y otro con comida llamémosla local a base de croquetas, ensaladilla, quiche, trinxat…). Y aunque la calidad en algún caso fuera realmente destacable, tengo que reconocer que los precios en general volvieron a ser caros (pagar 4 euros por un trozo de quiche muy pequeño o un plato con algunas mini-croquetas, como ejemplo) y eché en falta variedad en plan bocadillos, hamburguesas o comida por el estilo.

Los tres puestos de comida.

Insisto en que la calidad no es el problema, sino poder ampliar esa oferta con otras opciones y sobretodo con un rango de precios menos excluyente. Entiendo que no se pueda tener cocina caliente por tema de extracción de humos pero no me parece excusa suficiente, y como soluciones se me ocurren mil: desde bocadillos fríos, paninis, embutidos, encurtidos… Así que en resumen el tema de la comida es en mi opinión uno de los grandes puntos a mejorar en esta edición.

El trinxat, uno de los platillos que más repetimos.


Las colas.

Uno de los temas más comentados fueron las enormes colas que tuvieron que soportar quienes no disponían de acreditación, y quizás debería haberse encontrado alguna solución más flexible para quienes habían pagado su entrada y tras salir por cualquier razón querían volver a entrar. No sé, alguna entrada paralela o algo así.

Desconozco la solución, pero también hay que entender las limitaciones y complicaciones de organizar algo en un espacio cerrado no demasiado grande (aforo, seguridad…). Como creo que dijeron los compañeros de Cervecearte, quizás un lugar como el Palau Sant Jordi, cerrado por arriba para evitar las inclemencias del tiempo, pudiera ser buena opción, pero también intuyo que más cara. La organización deberá valorar pros y contras, posibles gastos e ingresos, impacto público, accesos… pero sin duda creo que se debe apostar más a lo grande. Hay demanda, esto va a más y debe ofrecerse algo en consonancia.

El coleccionismo, ese gran olvidado…

Creo que el tema del coleccionismo, aún siendo aparentemente minoritario, va íntimamente ligado a la cerveza y en mi opinión debería ser tenido más en cuenta. Había merchandising del festival (cristalería, camisetas…). A diferencia de las típicas ferias este es un festival únicamente con barriles y todos lo entendemos, y a nivel personal lo valoro porque muchas referencias mejoran en barril, pero repito que ni que sea algo insignificante, sería grato para los coleccionistas tener algún guiño más al mundo de la breweriana.

Quizás alguna solución sea dar una pequeña charla sobre el tema, para “corromper” a los que no conozcan el tema, o montar alguna actividad tipo meeting con o sin intercambio dependiendo de espacio… Mediona es un buen ejemplo de que se puede hacer y Barcelona y también el BBF tienen un poder de convocatoria mucho mayor, no hay duda. Lo dejo en el aire, a quien corresponda… ;)


- LA LOCALIZACIÓN: Museu Marítim de Barcelona -


El Museu Marítim vs. Las Arenas.

Tras haber quedado más que contento el año pasado con Las Arenas (por buena comunicación, servicios, lavabos, aireado…) creo que en general hemos empeorado con el cambio. Quise entender que el cambio era para alojar a mayor gente porque la cúpula del año pasado se quedó pequeña. Pues bien, aún habiendo menor afluencia de gente que el año anterior el espacio volvió a quedarse pequeño.

Hacía bastante más calor que en Las Arenas al estar mucho menos aireado, llegando a momentos en los que el ambiente se cargó demasiado pareciendo más una jaula de búfalos sudorosos ;).

No todo fue negativo puesto que el local tenía su encanto, era más acogedor que Las Arenas, y sobretodo estaba situado justo al lado de les Rambles, en pleno centro de Barcelona, muy bien comunicado con el transporte público y con infinidad de locales de hostelería y de alojamiento en los alrededores.

Mesas y sillas.

A uno de los puntos más flojos del año pasado se le puso solución habilitando unas mesas con sillas en una de las esquinas del festival, cosa que se agradece, y sabiendo las implicaciones de seguridad y asistencia que ello limita. Aún así, tampoco había muchas y creo necesario seguir mejorando este punto para quienes quieren disfrutar una jornada (o varias) completas y no tener que estar de pie horas y horas. Pero en global veo el cambio como muy positivo.

Zona de mesas altas con la pizarra al fondo.

Punto de agua.

Salvando el punto de incomodidad de tener que cruzarse toda la sala de punta a punta cada vez que querías limpiar el vaso para volver otra vez al otro extremo donde estaba la pizarra, creo que el tema del punto de agua fue más que suficiente. No salía el agua a borbotones, ni los pocos grifos hubieran dado de sí en caso de una mayor afluencia de gente, pero en ningún momento tuve que hacer cola. Además, el servicio de limpieza evitó que aquello se convirtiera en una pocilga.


Lavabos.

Posiblemente uno de los puntos más criticados del festival junto con el de la comida y el del calor dentro del local. Y es que habilitar cabinas portátiles abiertas por arriba estando situadas en el exterior es algo muy mejorable puesto que un chaparrón hubiera puesto aquello perdido… Está claro que no siempre se pueden tener los servicios que ofrecía el año Las Arenas, pero un festival referente debe cuidar más este punto.

Tamaño del vaso.

Este tema es pura conjetura, pero con unos cuantos coincidimos en apreciar que nos pareció ver que el vaso de este año era más pequeño. No me he puesto a medirlo ni se si la diferencia existe ni si es muy grande pero no quería olvidarme esta mención por si alguien se percató o sabe algo al respecto.

La pizarra.

Aunque este punto podría haberlo tratado más arriba dentro del bloque de la organización, lo menciono dentro de la localización puesto que creo que el Museu fue crucial para que las sensaciones con esta genial idea fueran distintas a las del año pasado.


Para quien no sepa de que hablo, el sistema mediante el cual se nos informaba de las cervezas pinchadas en cada uno de los diferentes tiradores, la famosa pizarra y esa especie de azafatas con campanas indicando cada cambio, es realmente útil y se me ocurren pocas cosas para mejorarlo con bajo coste. Siempre se pueden diseñar aplicaciones para móviles, ponerse las pilas con actualizaciones en las redes sociales… pero supongo que la logística y el coste será también mayor, así que en global la veo muy útil.

Pero hablaba de la localización puesto que esta vez se situó en uno de los extremos de la sala, y o bien estabas delante o era imposible verla bien desde la otra punta por los pilares situados en medio. En este sentido insisto que la cúpula era ideal, sin pilares de por medio y con un ángulo de visión espectacular.


- LAS CERVEZAS -

Aquí entramos en el punto quizás más comentado el año pasado por ser bastante mejorable. A priori el año pasado la selección de cervezas (y hablo desde mi opinión, como todo lo demás) era más que interesante, pero al final por “h” o por “b” hubo bastantes referencias que me quedé esperando, mientras que algunas que no gozaron del beneplácito del público se quedaron sin una rotación más viva, dejándonos sin saber qué elegir en algunos momentos. Así que tras el fin de semana nos quedó una sensación de insatisfacción que tapó otros puntos positivos. Es cierto, y creo que también es justo reconocerlo, que parte de la culpa fue nuestra por hacernos nuestras listas de cervezas a probar como quien pretende ir a un supermercado e ir tachando productos a medida que los va metiendo en el carrito, pero como decía arriba del todo, por ello este año he comprendido que había que valorar el poder tener el listado previamente, con sus explicaciones y su coste en número de fichas, para simplemente organizarse, pero la clave sobretodo era intentar improvisar más y no obcecarse con probar una cerveza a no ser que esta tuviera algún momento asignado durante el fin de semana.


Pero creo que en general coincidiré con muchos si digo que objetivamente el número de referencias sobre el papel más interesantes en cualquier momento era más que suficiente, al menos así coincidimos con mucha gente que hablamos. Por si fuera poco, la guinda del fin de semana, la selección de cervezas estadounidenses traídas en colaboración con la Brewers Association estadounidense, hizo que durante la mañana del domingo muchos hiciéramos ojos chiribitas con referencias de Stone, Lagunitas, Founders, entre otras…

La selección local.

Un punto también bastante comentado fue el del elevado número de referencias locales, sobretodo de cervezas catalanas. Aquí entraríamos en si el festival debe ser un espejo de la realidad local más cercana o si bien debe ir enfocado a gente con más recorrido y especializada.

Mi opinión se encuentra entre ambos extremos, ya que por un lado creo que debe haber más moderación y filtro con las locales, y no dejarse llevar por amiguismos puesto que existen sobradas ferias para darles visibilidad a todas y cada una de las cervezas existentes, pero por otro lado creo que no debemos olvidar que este festival debe ser una ventana para el exterior también para las cervezas locales. Puede que me equivoque y realmente lo mejor sea ofrecer únicamente productos que rayen un nivel excelso, pero creo que aún estamos lejos de poder ofrecer tantísima variedad de cervezas de un nivel 10 y sobretodo creo que hace falta más tiempo para que el público poco iniciado pueda valorarlas suficientemente.

La selección internacional.

Quizás para la gente más curiosa que suele visitar y consumir cervezas con regularidad en bares de Barcelona el interés del BBF era menor que para otra gente de otras zonas con una oferta menor o inexistente como fue mi caso. Y digo esto puesto que en los Biercab, Ale & Hop, Resistència, Cerveteca, La Més Petita… pudimos ver no pocas cervezas referencias que también estaban en el BBF. Entiendo y creo que hay que reconocer la dificultad para la organización de conseguir referencias suficientemente llamativas para ese público “malacostumbrado” a tantas novedades por el hecho de estar en un mercado cada vez más globalizado, pero aún así creo que tanto por lo de las cervezas estadounidenses del domingo, como lo de las Amager Sinner Series simultáneas, como también las referencias de países o cerveceras poco conocidas (Lindheim, Compaan, Brekkeriet, Maximus, las portuguesas o la eslovaca…) había alicientes de sobra para terminar el fin de semana más que satisfecho.

Reparto de las cervezas durante el fin de semana.

Otro de los puntos que escuché a alguna gente que solo pudo asistir el viernes o el sábado y que por tanto se perdió la "bacanal" de las cervezas estadounidenses del domingo, es que quizás estas referencias se podrían haber repartido más. No todos pueden permitirse un fin de semana completo viniendo desde fuera, pero en este punto creo que fue un detalle que durante el viernes y el sábado se pincharan algunas de las estadounidenses.

También se ha comentado que no es justo anunciar tantas cervezas si luego no las tienes todas pinchadas en cualquier momento, y aunque veo parte de razón aquí vuelvo a lo de antes y al enfoque personal, y es que creo que hay que tratar de disfrutar de lo que había (porque por haber referencias interesantes nadie creo que se pudiera quejar) y obsesionarse menos para evitar frustraciones.



El estado de los barriles y todo lo que los rodea.

Es cierto, y así lo comentamos en varios corrillos a lo largo del fin de semana, que aún asumiendo el hecho de que siempre hay cervezas que por alguna razón salen estropeadas (les pasa hasta a los más grandes y no creo que haya que darle más importancia) desgraciadamente hubo algunas cervezas en un nivel mejorable. No hablo de contaminaciones, que personalmente no vi ninguna, sino al estado de unas cuantas estadounidenses, y en mucha menor medida también europeas o locales. Entiendo que poco o muy poco podía hacer la organización más allá de rezar para que llegasen bien los barriles y a modo de feedback informar al productor a posteriori para que no se repita o que éste trate de solucionarlo en un futuro.

También en este sentido creo importante seguir insistiendo en quienes sirven la cerveza desde los grifos para que sigan mejorando ese giro de muñeca (uno tiende a ser muy tolerante con gente poco experimentada, pero dejando claro que no tengo ni idea de tirar cerveza, en algún caso me entraron ganas de saltar la bancada y servírmela yo mismo...).

Así que en resumen, y dejando claro que los frikis pagamos gustosamente el poder probar una Lagunitas en un local pegado a las Ramblas, también es cierto que si unas referencias distan de ser lo que deberían (algunos barriles estadounidenses tenían toda la pinta de ser restos de restos de restos…) por ser cervezas que sufren tanto si no se tratan con el mimo necesario (frescor, temperatura de conservación, golpes…) al final no son más que cartel y poco más. Así que la conclusión es que para tener algunas referencias de ese modo sería preferible no tenerlas, mal que nos pese y que lloremos con melancolía aquellas maravillosas estadounidenses del 2014 cuando en realidad todos sabemos que de maravillosas algunas tenían solo el nombre.

Precio en fichas.

Sobre el papel es de agradecer que el festival hiciera sus números para conseguir que hubiera pocas referencias caras (4 fichas), pero también es cierto que el año pasado hubo el 60% de cervezas con dos fichas y este año han pasado a un 50% en pro de las cervezas de 3 fichas, pasando del 37% el año pasado a un 48% este año.

Un punto interesante, el de pedir medias cañas para poder probar más referencias, esta vez no lo intentamos al asumir que las matemáticas no salen demasiado bien con las referencias de 3 fichas. Creo que algo en ese sentido debería ser tomado en cuenta y si así lo estaba, debería haberse informado en la zona de grifos porque no me enteré.

Las cervezas en botella.

Para finalizar no quería olvidarme del estuche de botellas, una de las pocas cosas “físicas” que junto con los vasos nos dieron un momento de placer a los coleccionistas, aunque su función fuera más bien didáctica, en consonancia con el mensaje dado por la organización en todo momento.

Sobre el precio, aún siendo cierto que las cervezas eran encargos específicos a cuatro microcerveceras, lo cual tiene un precio, y también el envoltorio de madera, creo que tratándose de elaboraciones de cerveceras de proximidad y con las posibilidades que hay para venderlas juntas (cartón mismo) humildemente me pregunto si esos 14 euros no podrían ajustarse un poco más.

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Así que para terminar, y haciendo balance de todo, el resultado global de este BBF creo que es más que positivo. Es justo destacar el enorme esfuerzo en la difusión (no es fácil congregar a tanta gente, desde frikis hasta gente ajena completamente a este mundillo) y también tiene mucho mérito conseguir un espacio tan significativo como es el Museu Marítim, pero no menos importante es que todo parezca tan fácil, con las actividades o al solucionar o evitar cualquier tipo de problema (no vi ningún altercado pese a que cuando hay alcohol de por medio…). He percibido un cambio a mejor y estoy seguro de que la próxima edición volverá a ser así, por lo que sin lugar a dudas puedo afirmar que ¡¡nos vemos en el BBF15!!




Un pequeño paso para el hombre y un gran paso para… ¿las levaduras?

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Hoy quiero compartir con vosotros una excentricidad que quizás hayáis leído por la red y que se le ha ocurrido a la gente de Ninkasi Brewing Company, una cervecera estadounidense afincada en Oregon y fundada en 2006.



Se trata de un proyecto consistente en mandar 16 cepas de levaduras al espacio y comprobar así su viabilidad. Para ello han aprovechado el programa de un grupo amateur llamado CSXT (Civilian Space eXploration Team) que conmemora ahora mismo el décimo aniversario de su primer lanzamiento. Si todo sale bien y las levaduras vuelven a la Tierra sanas y salvas la gente de Ninkasi tiene previsto elaborar algún tipo de cerveza con ellas.


Como podéis ver en la web que han diseñado expresamente para este programa, en la cuenta atrás falta poco más de un día para el lanzamiento.


Desde luego si hay algo que no me podréis negar es que en inventiva y márketing los estadounidenses casi siempre nos llevan algo de ventaja… Quizás va siendo hora de empezar a mirar qué tal puede funcionar el mercado cervecero en planetas como Marte o Júpiter, ¿no os parece? ;)


La Brasserie Cantillon y su bodega en un refugio antiaéreo.

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Hoy quiero compartir con vosotros una noticia de la bruselense Brasserie Cantillon, una cervecera respetada y admirada por toda la comunidad cervecera aunque sus elaboraciones generen sensaciones más bien heterogéneas. Sus particulares lámbicas, unas auténticas supervivientes en este s.XXI, tienen un mayor o menor envejecimiento en barricas dependiendo del caso y en ello resulta capital el lugar donde se guardan. En este sentido hace unos días me enteré de la adquisición de un refugio antiaéreo destinado a estos menesteres.

Jean abriendo el refugio.

Según cuenta Jean Van Roy, el maestro cervecero de Cantillon, “la idea para empezar este proyecto se me ocurrió al visitar una bodega de Champagne. Tenían bodegas muy buenas con botellas envejeciendo en las mejores condiciones y quería hacer lo mismo con Cantillon”.

Los detalles son importantes...

El problema es que la antigua fábrica construida en 1900 se les está empezando a  quedar pequeña y “elaborar cerveza lámbica necesita de mucho espacio para todas nuestras barricas y en la fábrica no lo tenemos así que contacté con el ayuntamiento de Bruselas y quisieron colaborar”. Tras considerar diferentes sitios de entre todos destacó un refugio antiaéreo situado debajo de un parque que hay cerca del túnel Leopold, en el centro de Bruselas. Añade Jean que “es un lugar ideal para una bodega, y tiene tradición cervecera familiar. Mi tatarabuelo, René Troch, trabajó cerca con las cervezas lámbicas, lo cual hace que sea un lugar muy especial”.

Freddy Thielemans, antiguo alcalde de la ciudad, relata que “la bodega se encuentra en la antigua cuenca del río Senne, un lugar que fue transformado en bodegas cuando se quiso redirigir el río fuera de Bruselas y posteriormente estas fueron transformadas en refugios antiaéreos”.

En las paredes del refugio se puede leer en
flamenco "prohibido fumar".

Jean sigue, “tenemos un contrato de arrendamiento gratuito con la ciudad para los próximos 30 años. Es algo muy bueno. Y no hago este proyecto por mí o por Cantillon sino por la cerveza lámbica en sí, para ver qué tal envejecerá”.

Las condiciones en este emplazamiento particular son prácticamente las ideales puesto que la temperatura oscila entre los 10-15ºC durante todo el año. Por el momento tenemos guardadas Grand Cru Bruocsella, Oude Gueuze y una lámbica de alta densidad”. Ésta última es una lámbica con mayor cantidad de alcohol que pretende asemejarse a una barleywine. Añade también que “pondremos algunas cervezas con gran concentración de fruta”.

Una singular elaboración que ansío probar.

En este momento poseen unas 10.000 botellas en la bodega, desde las clásicas de 75cl hasta las Matusalén de 6 litros y dentro de 30 años posiblemente esa cifra ronde las 60.000 u 80.000 botellas.

Jean con su "pequeño" retoño...

Finalmente Jean comenta que por el momento está demasiado ocupado para poder organizar visitas a la bodega pero que la ciudad está considerando hacer algo en este sentido. Sin duda desde aquí no podemos sino alegrarnos por la noticia y esperamos que se solucione pronto lo de las visitas porque tendremos otra excusa más para volver a Bruselas y disfrutar de esta historia viva hecha cerveza.

La foto de rigor a la fábrica
en nuestra visita allá por el 2011.

En este enlace tenéis la fuente original de la noticia. Todas las fotos son propiedad de Charles D. Cook para USA Today.

Birra Zuzenean, festival cervezo-musical en Vitoria.

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La gente de Beer Events, organizadores de eventos cerveceros como el BBF, nos ha sorprendido esta vez con Birra Zuzenean, el primer festival de cerveza artesana de Vitoria-Gasteiz que nace con la voluntad de aunar música en directo y cerveza artesana, recogiendo así el téstigo del BirraSo que tuvo lugar en el Poble Espanyol de Barcelona en setiembre del 2013.


Tendrá lugar los próximos 31 de julio y 1,2,3 de agosto y en cuanto a los horarios serán el jueves de 18:00h (inauguracion) a 2:00h, el viernes y sábado de 12:00h a 2:00h y el domingo de 12:00h a 21:00h.

En cuanto a la localización, el festival se celebrará en dos espacios contiguos y complementarios: el párking de Etxauri, donde se situarán los stands de cerveza y gastronomía además de juegos infantiles, y el Jardín de Falerina, donde se desarrollarán las actuaciones en directo.


Se podrán probar las cervezas de 17 productores que ofrecerán más de 30 cervezas que podéis comprobar en este enlace).

- Falken (Vitoria-Gasteiz, Araba)
- Garagart (Vitoria-Gasteiz, Araba)
- Baias Garagardotegia (Oiardo – Urkabustaiz, Araba)
- Laugar (Gordexola, Bizkaia)
- Drunken Bros (Getxo, Bizkaia)
- Olañeta (Errenteria, Guipúzcoa)
- Naparbier (Noaín, Navarra)
- Sesma Brewing (Sesma, Navarra)
- Dougall’s (Liérganes, Cantabria)
- Guineu (Valls de Torroella, Catalunya)
- Moska (Girona, Catalunya)
- Vier (Valladolid, Castilla y León)
- Aktien (Kaufbeuren, Alemania)
- St. Georgenbrau (Baviera, Alemania)
- Anarchy Brewing (Northumberland, Inglaterra)
- De Molen (Bodegraven, Países Bajos)
- Kaltenecker (Rožava, Eslovaquia)

En lo que respecta a la otra mitad de la manzana, habrá 13 grupos que ofrecerán música en directo, y cuyas actuaciones tendrán lugar en los siguientes días:


Jueves 31 Julio
- The Dealers (Gasteiz)
- Smoke Idols (Bilbo)
- Real McKenzies (Canadá-Escocia)
- Porco Bravo (Bilbo)

Viernes 01 Agosto
- Ramoñas (Madrid)
- Motorhits (Catalunya)
- Little Devils

Sábado 02 Agosto
- Dantza Kasting de la compañía Ameztu (Verbena infantil) (Gasteiz)
- Damba (Gipuzkoa-Cuba)
- Rural Zombies (Gipuzkoa)
- Kometa (Araba)
- Revolutionary + Dr. Ring Ding (Donosti-Alemania)
- Potato (Gasteiz)


Así que ya tenéis una buena excusa para visitar Vitoria, con este cartel de buena música regada con buena cerveza. Salud / Topa!

El “chupachús” cervecero.

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¿Estáis enganchados a la cerveza hasta el punto de no poder dejar de tomarla durante todo el día? ¿Estáis hartos del sabor de esas horribles cervezas 0,0 y en su lugar os gustaría tomar una buena IPA o una Stout sin que el alcohol sea un problema? ¿Sois el típico hipster que anda a la búsqueda otra moda que consumir? Si vuestra respuesta a una o varias de las preguntas anteriores es afirmativa es muy posible que la siguiente noticia os pueda interesar.


La compañía estadounidense Lollyphileestá especializada en la comercialización de “lollipops” (que muchos los conocemos como “chupa-chups” por la conocida marca que los patentó), y entre su catálogo posee una gran cantidad de variedades, desde los clásicos con sabores a frutas hasta los más curiosos hechos con amaretto o bourbon, queso azul, tequila con chile habanero, horchata, uva merlot o cabernet sauvignon, e incluso bacon o wasabi. Vamos, una auténtica bacanal de sabores… por no decir algo peor…

Pero los que realmente os quiero presentar están elaborados con tres tipos de cerveza: Lager (Pils), IPA y Stout.

Lager

Stout

IPA

El único problema es su precio, ya que los packs de 4 lollipops de una sola variedad salen a 1.85€ la unidad, 1.48€ en el pack de doce y 1.20€ en el de 36 unidades. También existen packs variados con precios parecidos.

A falta de saber si estarán ricos o no, lo que es seguro es que con vuestro "chupachup" de IPA o stout os meteréis en el bolsillo al hipster más convencido… Eso sí, hasta que alguien saque el de IPA con dry-hopping, por supuesto… ;). En este enlace tenéis su página web. ¡Salud… o mejor dicho, buen provecho!


Empresa lanza el primer envase PET para cervezas.

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El grupo suizo Sidel, encargado de suministrar maquinaria para envasar diferentes líquidos a una gran variedad de empresas, ha lanzado al mercado el primerenvase PET (tereftalato de polietileno) para cerveza.


El PET es un tipo de plástico utilizado para envasar agua, refrescos, zumos, entre otras bebidas, y lo más interesante en lo que respecta a nuestra querida cerveza es que estos envases pesan un 86% menos que las botellas de vidrio y a la vez ofrecen una mayor resistencia mecánica y también un menor coste.

Al envasar una cerveza es fundamental evitar que el oxígeno penetre en el envase y que el dióxido de carbono salga, cosa que consiguen gracias a la mezcla de materiales de una sola capa y la barrera de gases Actis, patentada por Sidel, ofreciendo una entrada de oxígeno inferior a 1 parte por millón y una pérdida de dióxido de carbono menor al 17%.


Por el momento ofrecen botellas de 33cl y 60cl con una vida útil de 6 meses y están desarrollando formatos más grandes. Ambas son pasteurizables pese a no tener la base tipo petaloide (tipo champán) y es apta para la pasteurización flash o en túnel y también para microfiltración.

Por último, y según explican desde Sidel, la creencia de que el PET no es el mejor formato para envasar cerveza porque esta se calienta más rápido o sabe peor carece de todo fundamento.

Para más información os dejo el enlace a su web.

El Hobbit también tiene cerveza propia.

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Hace más de un año os hablaba por aquí de la Harrington’s SobeRing Thought, una cerveza neozelandesa dedicada a El Señor de los Anillos, la conocida saga de libros y películas de J.R.R. Tolkien, pero hoy quiero hacerlo de otras dos cervezas dedicadas a la versión cinematográfica de El Hobbit, la historia que que ocurre antes de El Señor de los Anillos.


La primera de ellas, Gollum Precious Pils, hace referencia a la primera película, Un viaje inesperado, pero al contrario de lo que reza su nombre se trata de una cerveza bastante más fuerte y amarga puesto que posee 9,5% de alcohol y 85 IBUs.


La siguiente, Smaug Stout, como bien podéis ver en su etiqueta, está dedicada la segunda película, La desolación de Smaug. En este caso se trata de una Imperial Stout elaborada con chiles y el picante abrasador de estos va muy ligado con Smaug, el dragón que aparece en esta película. En este caso también posee 9,5% de alcohol pero menos IBUs, 65 concretamente.


Ambas saldrán en formato de 65cl y están elaboradas por la cervecera estadounidense Fish Tale Ales, cuyas etiquetas suelen contener, como bien dice el nombre, una cola de pescado.


A falta de conocer cual será la cerveza que cierre la trilogía, lo que es seguro es que habrá que mover algunos hilos si queremos hacernos con ellas.

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