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Mis mejores 50 cervezas del 2014 (2/2).

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Justo una semana después doy por cerrada la lista de las 50 mejores cervezas que disfruté en 2014 con esta segunda tanda de veinticinco grandísimas elaboraciones. Aunque si recordáis, por si no fuera suficiente con 50, ya os anticipé que al final del todo tenéis un batiburrillo extra con cervezas también destacables que merecen ser tenidas en cuenta. Sin más os dejo con el “listín telefónico” ;).


Guineu / La Quince - Vanilla Black Velvet 1.0 (Catalunya / Madrid). Conseguí esta botella de la primera tirada por pura casualidad y tras leer algunas reseñas en las que comentaban que le podía venir bien un poco de guarda no dudé en apartarla en lo fondo de la bodega. Su momento llegó en una escapada a la preciosa sierra de Albarracín a buscar setas, y qué sorpresón me llevé al servirla, pues además de la logradísima textura sedosa y su carbonatación de burbuja finísima, ofrecía un ejercicio de equilibrio con el alcohol tremendamente bien integrado y envuelto por notas de cacao, vainilla, torrefactos, un punto a chocolate con leche y un elegante final amargo. Sensacional, de haberlo sabido no hubiera dudado en comprar varias botellas más de ese lote para guardar. Lo que desconozco es si el segundo lote le va a la zaga.


Haandbryggeriet - Sur Megge (Noruega). Hay pocas cerveceras europeas que me tengan robado el corazón como esta “cervecera de la mano”. Odin’s Tipple, Haandbakk, Norwegian Wood, Bestefar… Elaboraciones sensacionales todas ellas y que nunca me cansaría de repetir. Pero este año, entre las nuevas que he probado se lleva la palma esta Sur Megge, una sour envejecida en barricas de vino durante 18 meses tremendamente bien trabajada, con recuerdos a limón, fresa, arándano, muy vinosa y láctica en boca, pero en conjunto muy redonda.


Highwater - Campfire Stout (USA). Hay un par de cervezas que me han gustado mucho de esta californiana, pero la más sorprendente es esta sensacional stout que incluye 2 kg de unas galletas llamadas Graham crackers por cada beer barrel (127L). En nariz ofrece un delicioso aroma a galletas con chocolate con leche, y en boca una textura cremosa y un sabor realmente goloso como si acabaran de añadirle cookies con chispas de chocolate. Una stout verdaderamente alucinante.


Hoppin’ Frog - Café BORIS (USA). La magnífica BORIS es una de las mejores Imperial Stout que he probado, así que si a esa base le añadimos un café de calidad lógicamente nos vamos a encontrar un copón más complejo pero también más contundente para tomar con calma, disfrutando lentamente de su aromática nariz “cafetera” y una boca torrefacta, seca y bastante amarga, con la misma cremosidad que la Boris original. Una pasada de cerveza.


Hoppin’ Frog - Hop Heathen (USA). Junto con la Lagunitas de unas líneas más abajo y la Wookey Jack de Firestone, sin duda esta Hoppin’ es una de las mejores Black IPA que he probado, que nos obsequia con suculentos lúpulos resinosos, cítricos y leñosos, también una textura casi cremosa increíble, y como contrapunto posee notas a cacao y un amargo torrefacto que dan como resultado un trago intenso pero muy redondo y disfrutable.


Jester King - RU-55 (USA). Esta especie de roja flamenca a la que l’amic Txema tuvo el detallazo de invitarme es toda una joya que perfectamente podría haberla engendrado cualquier cervecera belga. Muy vinosa, repleta de notas a frutos rojos sobretodo cerezas, un toque láctico y una acidez bastante presente pero nada desagradable consiguiendo un trago complejo pero equilibrado dentro del estilo. Para que el mismo anfitrión consiguiera disfrutarla sin ser su tipo de cervezas predilectas precisamente…


Lagunitas - Hop Stoopid (USA). Una grandísima Imperial IPA que ofrece lúpulo resinoso y cítrico así como un amargor marcado, pero sin estridencias excesivas pese a tener más de 100 IBUs gracias a una base maltosa más que suficiente que consigue hacerla realmente fácil de tomar sin que se noten en absoluto sus 8% de alcohol. Parece fácil y sencilla, y sin duda ahí radica su grandeza.


Lagunitas - Night Time (USA). Dos líneas por encima comentaba que la Hop Heathen es una de las mejores Black IPA que he podido probar, pero es que esta Night Time no se queda atrás… El lúpulo ofrecido en este caso también vuelve a ser de tipo resinoso pero con un punto de fruta tropical como piña y también un punto herbal, aunque lo más destacable nuevamente es lo bien que combina todo ello con la base torrefacta, los recuerdos a chocolate, regaliz y un punto de caramelo, con un amargor presente sobretodo hacia el final, pero bien integrado todo ello formando un conjunto muy armónico.


Le Trou du Diable - La Saison du Tracteur (Canadá). Aunque es cierto que muchos cerveceros canadienses beben de estilos belgas, no he tenido el placer de probar muchas elaboraciones de allí y muchas menos que realmente sean destacables, pero esta Saison perfectamente podría estar hecha por cualquier cervecera valona con una larga tradición. Ofrece el clásico buqué a cereal, notas cítricas, terrosas y especiadas, con una carbonatación viva que la hace realmente refrescante, un punto seco, ácido y también marcadamente amargo. ¡Qué gratísima sorpresa!


Les Trois Mousquetaires - Porter Baltique Grande Cuvee (Canadá). Por nuestro mercado no abundan las Baltic Porter, ni de productores locales ni tampoco europeos, pero lo que no imaginaba es que una de las mejores del estilo que haya podido probar vendría desde el otro lado del Atlántico, y menos aún también de Canadá como la saison anterior. Y es que dejando de lado sus galardones, se trata de una grandísima cerveza con una nariz muy sugerente, con café y cacao dominando, además de un ligero punto avainillado y muy tenuemente ahumado, que vuelven en boca junto a notas más dulzonas como caramelo, azúcar moreno y melaza, y también ciruelas pasas, con una textura sedosa y una redondez para quitarse el sombrero. ¡Magnífica!



Magic Rock - Un-Human Cannonball (Inglaterra). En 2013 la Cannonball “a secas” me pareció una de las mejores del año, pero es que esta “bestia” implementada que la usa como base es sencillamente para caerse de espaldas. Un torrente de lúpulo cítrico y fruta tropical acompañado por una base maltosa acaramelada suficiente y en cuyo trago ni se intuye el alcohol. Una lástima que nos lleguen las Magic Rock con cuentagotas.


Mikkeller & Cigar City – Swinging Harry (Dinamarca / USA). Esta colaboración de 75cl la tenía guardada unos cuantos años para un FFdA pero unos buenos amigos vinieron a casa y quise sacarla para sorprenderlos. Sobre el papel dudaba si sería la clásica cerveza para guardar ya que aún siendo una quadrupel, está elaborada con lúpulos citra y simcoe, con mango y papaya en la receta, además de Brett y para rizar el rizo se envejece en barricas de Grand Marnier. Con algo de respeto la abrimos y… ¡qué delicia! Lógicamente el lúpulo no dominaba, pero la base de la quadrupel y sus 11% de alcohol habían aguantado maravillosamente el conjunto y había evolucionado ofreciendo una amalgama de sabores realmente compleja, con mucha fruta confitada como orejones e higos, un punto alicorado sutil sobre un fondo acaramelado, y sobre todo ello destacaba el delicioso toque del Brett, dando un trago nada pesado ni empalagoso, corpulento sí, pero no cansino. La pena es que si no se animan estos dos a elaborarla otra vez nunca sabré como es sin envejecer. Ah, y si sois frikis de los videojuegos seguramente os suene la etiqueta, homenaje al Pitfall, un clásico ochentero para Atari ;).


Naparbier & Alvinne – Gentleman Sour Ale Oak Aged(Navarra / Bélgica). Aunque reconozco que la versión base sin barrica de esta colaboración no me conmovió, la versión envejecida me pareció verdaderamente destacable. No me sorprende tanto por la buena mano de Alvinne con el trabajo de las barricas, pero lo que no entiendo es como Napar borda casi cualquier estilo que se les cruza… Pero pasando a la cerveza, se trata de una Oud bruin con una base dulzona sobre la cual aparecen recuerdos a cerezas, madera, notas vinosas, algo láctica y acre. Muy buen trabajo.


Port Brewing - Older Viscosity (USA). Un copón “bourbonero” de alto voltaje, con arrolladoras notas a vainilla, caramelo, cacao y por supuesto bourbon, bastante alcohol y calidez, y también algo más dulzona de lo habitual en el estilo, para tomar con mucha calma y disfrutando de cada sorbo.


Prairie - Pirate Bomb (USA). De entre todas las cervezas que he tomado este año, ésta bomba “del Caribe” muy posiblemente esté entre el top 3. Ofrece una complejidad de matices enorme, desde cacao, a chile, pasando por café, ron, licor, caramelo, azúcar moreno, galletas tipo cookie, un punto picante cálido muy largo… Pero pese a tratarse de una cerveza contundente para tomar con mucha calma, engancha y consigue un trago tremendamente redondo y bien atado, como si todos los elementos hicieran falta para dar sentido al conjunto. Maravillosa, de todas, todas…


Prairie – Prairie Ale (USA). Hay varias Saison de esta cervecera estadounidense que me han parecido de un nivel más que destacable, pero esta concretamente me cautivó por el toque a lúpulo europeo y sobretodo por el Brett. Muy rica en matices, con limón, un punto de fruta tropical, el clásico especiado del estilo, carbonatación viva pero de burbuja no molesta, consiguiendo un trago más salvaje de lo habitual en el estilo, muy fresco. Cómo me gusta y qué bien funciona el extra que le da este “bichejo” a las Saison.


Revelation Cat – Black Knight (Italia). Al igual que la Older Viscosity, nos encontramos ante un auténtico copón vestido de negro, otra Imperial Stout algo más dulce también de lo habitual, pero en este caso algo más sedosa y equilibrada, sin ninguna barrica de por medio, pero no por ello falta de complejidad, ya que al clásico dueto chocolate-café, se le suman notas a higos y ciruelas pasas, un punto de vainilla y también algo de calidez alcohólica, nada empalagosa aunque lo pueda aparentar por la descripción. No me extraña que la gente la votara como mejor cerveza italiana en 2013 en Ratebeer…


Rodenbach - Vin de Céréale (Bélgica). Entre todas las cervezas que bebí a lo largo del año pasado posiblemente esta Rodenbach sea la que más ilusión me hizo, ya que además de amar la casa esta botella de 2004 me la regaló el que por entonces era propietario del Drunk Monk, Sven Bosch. La tomé el mismo fin de semana que la Black Knight anterior durante el 5º FFdA y la recuerdo como un espectáculo en copa, con las lógicas notas oxidativas y también a madera, vinosas y a fruta muy madura y en confitura, como un jerez dulce con frutas. Podéis leer mejor la nota de cata al completo en el enlace que os dejo unas líneas arriba. Una de esas joyas que quedarán para siempre en el recuerdo. Sensacional.


Sierra Nevada - Narwhal (USA). Tras llegar a casa cansado un martes horrible busqué algo de consuelo con algo oscuro y le tocó a esta botella, sin saber que se trataba de una Imp. Stout “bourbonera” por el tamaño de la botella y más convencido que me iba a tomar una stout. Bendita ingenuidad gracias a la cual aún la disfruté más, porque menudo monstruo de las profundidades… Chocolate y café como teloneros del Bourbon protagonista, cuyas notas alicoradas, acarameladas y un punto a vainilla perfectamente se ensamblaban en un conjunto muy equilibrado y tremendamente disfrutable. Qué pena que fuera sus 33cl se terminaran tan fácilmente… Podría leerme las “20.000 leguas de viaje submarino” con un barril de esta delicia…


Siren / Cigar City - Caribbean Chocolate Cake (barril)(Inglaterra / USA). En 2013 quedé gratamente sorprendido con los ingleses de Siren y aunque en 2014 he probado muchas menos elaboraciones suyas, este “pastel líquido” tomado de barril en el BierCaB con el pretexto del BBF se lleva la palma. Una stout subidita con un torrente de notas a cacao y también café, regaliz, algo dulce y con una textura sedosa por la lactosa añadida, que de veras parece un pastel de chocolate negro puro. ¡Menuda delicia!


Straffe Hendrik - Heritage Oak Aged 2012 (Bélgica). Esta cervecera de Brujas posee una Tripel y una Quadrupel fantásticas, y este año también me ha sorprendido mucho su novedad Wild (que podéis encontrar en las recomendaciones extra de más abajo) pero entre todas hay una joya que sobresale: Heritage, la versión de la Quadrupel envejecida en barrica. Como tantas otras quadrupel de excelente factura, posee las notas dulzonas a caramelo, uvas y ciruelas pasas, surcadas por una carbonatación de burbuja diminuta que da como resultado un trago sedoso, corpulento, eso sí, pero nada pesado ni cansino, con el alcohol imperceptible más allá de una leve calidez, y en este caso además el extra de la barrica, dando de sí un cuerpo rotundo y un trago mayúsculo. Para disfrutarla muy lentamente en días de frío como estos en los que tanto apetece encender una lumbre con fuego.


The Bruery - Sour in the Rye (USA). Si en la primera mitad comentaba que la estadounidense Firestone juega en otra liga, la californiana The Bruery raya también la matrícula con decenas de elaboraciones geniales. Ésta en concreto, y como anticipa el nombre, es una Sour con centeno que ofrece muchos recuerdos a frutos rojos como grosella y arándanos, con una marcada acidez y sequedad a los que se suman también vinagre de módena y madera completando una sour compleja y con un final larguísimo. Sensacional.


Three Floyds - Dreadnaught (USA). En la primera entrega de este TOP50 os decía que la segunda mejor Imperial IPA del año era la Firestone Double Jack solamente superada por una obra de arte, y esta no es otra que la bárbara Dreadnaught de Three Floyds. Repleta de sabor pero al mismo tiempo fácil de tomar aún teniendo el cuerpo de una Imp. IPA. Ofrece notas a mango y pomelo, resina, cítricos, con un amargor elevado pero nada molesto y que no se come a todo lo demás en parte gracias a la grandísima base maltosa que tampoco toma el protagonismo más de lo necesario. Una de las mejores del estilo que he podido probar, pero de lejos, y estoy seguro que aquellos que sean poco amantes del lúpulo se convertirían a esta religión con un solo sorbo a esta cerveza. Portentosa.


To Øl – I’ve seen bigger than yours (Dinamarca). Este año no he tomado muchas Barley Wine, quizás porque puestos a tomar un copón prefiero algo oscuro y/o en barrica, o directamente una lámbica con la que regodearme un buen rato. La Clown Shoes que menciono abajo es otra gran barley wine, pero esta danesa… ¡Ay, esta danesa…! Qué copón… Contundente y corpulenta como marcan los cánones, incluso algo de calidez, pero muy disfrutable gracias a la piel de naranja y el zumo de frambuesa de su receta, que cortan ligeramente el dulzor con un punto de acidez además de sumar matices a un conjunto muy rico ya de por sí. Qué delicia…


Toccalmatto / Prairie - Okie Matilde (Italia / USA). Una de las cervezas que más ganas tenia de conseguir cuando me enteré de su salida al mercado en febrero, y no precisamente por ser una colaboración con Prairie, ya que por aquellos entonces a penas conocía prácticamente nada de estos estadounidenses. Si quería hacerme con ella es porque se trata de un homenaje a mi queridísima Orval, lo cual queda claro nada más servirla en copa, con el aroma a Brett encandilando la nariz, cítrica y con el ligero especiado típico de la levadura, un final seco y la carbonatación viva tan característica del “patito feo” de las trapenses. Un homenaje muy conseguido y que disfrutamos muy mucho.



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Y con ésta última colaboración doy por cerrada la selección de las 50 mejores cervezas del 2014 pero dejando paso a otras 23 referencias extra también destacables y que recomiendo probar si tenéis ocasión.

Au Baron - Cuvée Des Jonquilles (Francia), Bevog - Kramah Kramah (Austria), Clown Shoes -  Crunkle Sam(USA), De Struise - Black Damnation I Black Berry Albert (Bélgica), De Struise - Black Damnation XXI (barril)(Bélgica), Fifty Fifty - California Pale ale (barril)(USA), Firestone - Union Jack IPA (USA), Hitachino - Nipponia (Japón), Horal’s - Oude Gueuze Mega Blend 2011(Bélgica), La Pirata – Black Storms(Catalunya), Magic Rock - Strongman(UK), Marina - Vinya Hop 2013(Catalunya), Moor - Fusion (UK), Naparbier & Lervig - Grønne Straff(Navarra / Noruega), Naparbier & Toccalmatto - Wild Lady (Navarra/Italia), Pinta - Imperium Atakuje (Polonia), Prairie – Birra (USA), Popaire Tramuntana Cuvée (Catalunya), Schneider - Tap X Meine Cuvée Barriquee (Alemania), Siren - Broken Dream Jim Bean Barrel Aged (UK), Stone – RuinTen (USA), Straffe Hendrik - Wild (Bélgica), Westbrook - Shane’s Big DIPA (USA).

Y hasta aquí la selección de 2014. ¿Pero y vosotros? ¿Hay alguna cerveza en común que hayáis disfrutado? ¿Qué opinión os merece? ¿Alguna recomendación que no esté y consideréis imperdible? ¿Alguna que esté pero que en cambio no disfrutáseis tanto?

Salut!



El chef Jose Andrés colabora con Deschutes.

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Hoy queremos compartir con vosotros la noticia de la cerveza en colaboración entre el conocido chef asturiano José Andrés y la cervecera estadounidense Deschutes, afincada en una de las mecas cerveceras mundiales, el estado de Oregon.

Gary Fish (Deschutes) con José Andrés.
Foto tomada de aquí.

Para quienes no lo conozcáis, José Andrés es, como tantos otros, una de esas personalidades que ha triunfado en el extranjero sin ser excesivamente reconocido por estos lares. En los Estados Unidos es toda una estrella, no en vano en 2012 la revista Time lo incluyó en su lista Time 100 como una de las 100 personalidades más influyentes del mundo. Ahí es ná… Y tanto éste como muchos otros reconocimientos le vienen por la interminable lista de restaurantes exitosos que tiene a su cargo, en cuya carta evidentemente no falta la cocina española en general y las tapas en particular, pero también por llevar la cocina española como bandera allá por donde va.

Foto tomada de aquí.

Más allá de la restauración, Jose Andrés también es toda una celebridad por sus programas de televisión. Quizás recordéis los capítulos que hizo entre 2005 y 2007 para RTVE llamados “Vamos a cocinar con José Andrés” y en los cuales aparecían diferentes personajes famosos. También en la televisión pública española pudimos disfrutar de los capítulos doblados de “Made in Spain”, una serie de 2008 producida por la televisión publica estadounidense en la que este cocinero tan dicharachero y llano iba recorriendo la geografía peninsular de cabo a rabo.


Pero como os comentábamos al principio, hoy queríamos presentar Zarabanda, la colaboración gestada entre Deschutes y José Andrés. Se trata de una Saison con 6,1% de alcohol elaborada con 6 cereales entre los cuales encontramos espelta y copos de avena, el lúpulo noble Saaz, un punto especiado característico de una levadura saison francesa, además de pimienta rosa, hierba luisa, limones desecados y sumac, una especia utilizada en oriente medio. Tal mezcolanza viene porque José Andrés posee varios restaurantes en las que las especias tienen gran protagonismo como la cocina griega, libanesa, peruana o mexicana, entre otras.

Foto tomada de aquí.

Aunque es muy posible que como tantas otras veces esta cerveza no pise este lado del Atlántico, según parece no se trata de una edición limitada más y Deschutes la elabora durante todo el año, con lo cual aquellos que estén realmente interesados en probarla tienen un mínimo rayo de esperanza.

¡Salud… o mejor dicho, ¡buen provecho!


Cuando el léxico cervecero se acidifica…

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Aunque con la recuperación de #LaRonda parece que los post de opinión vuelven a tomar algo de impulso en los blogs cerveceros, hoy quiero compartir unas reflexionespor mi cuenta sobre un tema que vengo mascando desde hace algún tiempo.

Seguro que habréis escuchado, leído o incluso es muy probable que muchos de vosotros incluso hayáis utilizado en más de una ocasión el término “vinagre” para referiros a ciertas cervezas ácidas, sean éstas del estilo que sean. Pues bien, aunque no soy de letras ni tampoco es que me quite el sueño la correcta utilización de ciertos tecnicismos, hay cosas a las que no termino de acostumbrarme. Hablo de comentarios por el estilo de “¡Uuf! El vinagrillo aquel era la repera…” o “¡Buah! A mí los vinagres es que no me van…”.

Imagen tomada de aquí.

Como decía, por mucho tiempo que pase y por muchas veces que escuche comentarios por el estilo, las conexiones de mi lóbulo temporal no dejan de pegar algún que otro calambrazo cada vez que suena la palabra “vinagre” o cualquiera de sus infinitas variantes aumentativas o diminutivas (“vinagrillo”, “vinagrazo”, “vinagrete”…) para referirse a cervezas como las Red Flandes, Oud Bruin o incluso las lámbicas, entre otras, por muy informal que sea el ámbito en el que se utilice.

Pero si dejamos la lengua de Cervantes a un lado y nos metemos más en profundidad en las cervezas de esta tipología, no tardaremos en topar con el término inglés souro algunas veces también Wild. Aquí si que hay miga. En primer lugar lo primero que me chirría es que somos tan guays que como en tantas otras palabras de origen anglosajón, en lugar de pronunciarla bien o medianamente bien (fonéticamente /saʊə/ y pronunciado algo así como “saua”…), le damos la vena “cañí” llamándolas “sur”, además, orgullosos a rabiar por decirlo así.

Imagen tomada de aquí.

De veras, ¿qué narices tienen que ver estilos clásicos como las Berliner Weisse, las Gose o las Grätzer con estilos bastante más reconocibles por aquí como las Oud Bruin o las Red Flandes como para meterlo todo en un mismo saco? ¿Realmente es tan difícil llamar a las cosas por su nombre? Que sí, que ya sé que es muy cómodo hacer piña mental “arrejuntando” todas las cervezas más o menos acres y llamarlas a todas ellas “ácidas”, pero ¿por qué entonces no llamamos a todas las cervezas más o menos dulces Sweet o a todas las Pale ale, IPA, IIPA y variantes directamente Bitter? Quizás desde el punto de vista del elaborador puedo entender que sea mucho más fácil llamar Sour a cualquier cosa medianamente ácida que no sepa encasillar en ningún estilo, ¿pero de ahí a llamarla simplemente “ácida”?

Desde hace unos cuantos años vivimos inmersos en el boom del lúpulo y nos falta tiempo para inventar nuevos motes con las Pale ale como base. Como botón: IPA, White IPA, Rye IPA, Black IPA, Red IPA, Half IPA, Belgian IPA, India Session Ale, Wild/Brett IPA, Imperial/Double IPA, Triple IPA… ¡Por Dios! ¡¡Que me ahogo entre tanto lúpulo!! ¿De verdad podemos hilar tan fino por un lado y por otro meter en el mismo saco de las Sour/Wild (ni qué decir “vinagre”…) a tantas cervezas distintas pertenecientes a estilos tan diferenciados como los descritos más arriba o las Gose, las Grodziskie, las Lichtenhainer, las Bière de Mars, las Faro o infinitos ejemplos más?

Imagen tomada de aquí.

Seguramente es que me estoy haciendo viejo, pero aún entendiendo que sea muy “molón” y “moerno” llamar Sour, Farmhouse Alesvinagres” y muchos apelativos más a tantas cervezas, no termino de entender por qué nos gusta tanto inventar o adoptar términos para cosas que ya existen bien definidas en tantos textos. Y no me remonto a clásicos de Plinio el Viejo, Homero ni Virgilio… No. Sino a clásicos como los libros de Michael Jackson, que aunque flojeen en algunos puntos y estén lejos de ser vigentes en muchos temas, le dan un repaso a webs estadounidenses como Ratebeer o Beeradvocate en este sentido.

Así que como conclusión, y entendiendo que la lingüística es algo vivo y que ahí radica parte de su grandeza, quizás deberíamos plantearnos si tantos términos (especialmente de origen anglosajón) realmente mejoran o aportan algo nuevo con respecto a tantos otros ya preexistentes en nuestro vocabulario “cervecil”. Y por otro lado, si tanto nos gusta exigir que las cerveceras informen de las maltas, de los lúpulos o incluso los IBUs de sus recetas en las etiquetas; si pedimos a los bares que nos sirvan las cervezas en vasos específicos para cada estilo y posean cartas con la mayor información posible; si cada vez nos preocupamos más porque el lúpulo esté fresco… En definitiva, si pedimos/exigimos/nos quejamos de tantas y tantas cosas más, ¿por qué no nos exigimos también un poquito a nosotros mismos tratando de llamar a las cosas por su propio nombre?

En fin…

Salut!

Entrevista a Ales Agullons.

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Cuando falta menos de mes y medio para la celebración de la edición 2015 del Barcelona Beer Festival, la organización ha vuelto a ponerse en contacto con nosotros para que les ayudemos con la difusión del evento aportando nuestro particular granito de arena sobre algún productor. Así, si en 2013 hablamos de las diferentes microcerveceras alemanas asistentes y en 2014 le hicimos una entrevista a Aran de La Pirata, este año volvemos con otra entrevista a una de las microcerveceras locales que más respeto y tras la cual se encuentran dos personas sobre las cuales es imposible escuchar más que palabras de admiración, hables con quien hables del panorama cervecero local. Ni maestros, ni artesanos, ni nada por el estilo: ante todo AlesAgullons es corazón, sencillez y generosidad. Sin más os dejo con ellos.


¿Cómo y cuándo empezó la aventura de Ales Agullons y por qué precisamente cerveza?

En un principio fue por curiosidad, bebíamos mucha cerveza y no sabíamos como se hacia. Con la ayuda de un libro “La vida autosuficiente” de John Seymour hicimos todo el proceso y no pudimos beber ni una cerveza, porque aquello no fermentó. Ésta fue nuestra primera toma de contacto. Después hicimos alguna elaboración con extracto, empezamos a conocer gente del mundillo cervecero de Barcelona y la asociación Humulus Lupulus, empezamos a elaborar todo grano, Montse hizo el taller en la cervesera artesana en Gracia (Barcelona) con Pablo Vijande. Nuestra evolución fue 20, 50 y finalmente abrimos legalmente la cervecería Ales Agullons elaborando unos 500 litros por cocción. Hacemos cerveza porque nos encanta

¿Por qué el nombre de Ales Agullons?

Ales es por la familia de cervezas que elaboramos y Agullons es el nombre de la Masia.

¿Quiénes estáis detrás de este proyecto y dónde se encuentra vuestra microcervecera?

Físicamente somos dos personas, Montse y Carlos, y moralmente muchísima gente. La micro está situada en una masia a las afueras de St. Joan de Mediona en la comarca del Alt Penedès.


Centrándonos en vuestros productos, me sorprende que pese a la buena aceptación de vuestras cervezas éstas sean tan difíciles de encontrar fuera de Catalunya e incluso según en el momento también en la propia Catalunya. ¿Tenéis alguna previsión de ampliar la producción? ¿Si no es así, a qué se debe?

La culpa de esto es que no hemos aumentado la producción, sobretodo este último año en el cual hemos aumentado la producción de “Barrica” y repercute en la producción de las Ales. Este aumento no se ve a corto plazo. Nuestra intención es aumentar la producción de Ales este año, sobretodo en botella, ya que elaboramos mucho barril. El consumo en la masia ha subido estos últimos años y esto también repercute en bares y tiendas.


¿Podríais resumir muy brevemente las cervezas que elaboráis o las líneas de producción que tenéis?

De las cervezas que elaboramos hay una parte que son pale ale fáciles de beber pero llenas de carácter. Por otra parte son fermentaciones mixtas en barricas que empezaron con la Setembre, que es la única que está elaborada con Cantillon y las levaduras salvajes de nuestra bodega. A parte la serie Barrica que también son mixtas con levaduras salvajes del celler. Ahora mismo tenemos 25 barricas trabajando.


¿Qué equipo tenéis, cuántos litros elaboráis en cada tirada y cuántos litros al año?

Nuestro equipo lo consideramos una instalación homebrewer, pero de mayor capacidad, sencillo en la cual solo se puede trabajar por infusión simple. Las recetas están pensadas para 600 litros y lo que envasamos al final son unos 500 litros por cocción. Actualmente son unos 25.000 litros anuales.

¿A qué se deben los nombres de vuestras cervezas? ¿Alguna anécdota detrás de alguno de ellos?

La verdad es que nosotros en ese aspecto no somos muy creativos. La Bruno fue la primera receta que elaboramos y le pusimos el nombre de nuestro hijo mayor porque nacieron prácticamente a la vez. El pequeño en cuanto tuvo dos dedos de frente nos pidió tener una cerveza con su nombre igual que su hermano (Edgard). La Runa, una perra que tuvimos hace años, es una receta de las primeras. El resto son amigos, el nombre del pueblo y las ultimas optamos por el nombre del lúpulo usado en la receta (son monovarietales).

Hay una cerveza muy particular con la que habéis conseguido especial reconocimiento dentro y fuera de Catalunya: la Agullons Setembre. ¿Qué nos podéis explicar de ella? ¿Cómo surgió y qué particularidades tiene?

La base de la Setembre es una Pura Pale fermentada en inox, y posteriormente la ponemos en barricas (por las cuales ha pasado vino antes) y agregamos un tanto por ciento de lambic Cantillon. Una vez en la barrica entraran en juego las levaduras salvajes autóctonas de la bodega. Al cabo de unos 10 días hay una refermentación y se convierte en una fermentación mixta. Estará un año en barrica y uno más en botella.


En el 2006 fuimos invitados a un festival en Bruselas, el Bruxellensis, por Brasserie de la Senne y al cabo de 2 años de asistir al festival Bernard nos dio la idea de hacer una cerveza de fermentación mixta, en la cual él ya tenia experiencia. Hablamos con Cantillon y llenamos las primeras dos barricas. Pensar que ese mosto lo vamos a buscar cada año a Bruselas y para nosotros ya se ha convertido en un ritual. Para nosotros es un gran honor trabajar con esta cervecera ya que nos encanta su filosofía de trabajo.


¿Qué hay en la foto que aparece en la etiqueta de Setembre?

Fue lo que nos encontramos la primera vez que entramos en la bodega y el hermano de Montse guardó el momento.

En este sentido, ¿hay alguien del panorama cervecero de aquí o fuera a quien admiréis y que penséis que es un ejemplo a seguir con o sin fermentadores de por medio?

A Bernard Leboucq, cuyos consejos siempre los hemos tenido muy en cuenta, y Steve Huxley por su perseverancia en la difusión de la cerveza.

Siempre recordaré que en mi primera visita al Moeder Lambic de Bruselas, en los laterales del bar había unas cuantas fotos colgadas y justo en la mesa donde nos sentamos había una foto de Carlos que me emocionó. Además, vuestra Setembre, si no recuerdo mal, era la única cerveza de aquí en su carta. ¿A qué se debe esa foto y qué historia hay detrás de ella?

Carlos está con Bernard en esa foto y es el día de la inauguración de Moeder Lambic Fontainas recién llegado de hacer los 1500 km. que nos separan de Bruselas. Da la casualidad que la mayoría de personas de aquí que van a Moeder Lambic se sientan en esa mesa y luego ven la foto.

La citada foto en el Moeder Lambic de la plaza Fontainas, en Bruselas.

Ya lleváis unos cuantos años como únicos organizadores en la península de un evento tan exclusivo y prestigioso a escala mundial como el Zwanze Day de la Brasserie Cantillon. ¿Cómo surgió la posibilidad de organizarlo y qué tal la experiencia hasta el momento?

Pues se pusieron en contacto con nosotros para comunicarnos que organizaban este evento anualmente y nos propusieron para organizarlo aquí. Nos preguntaron qué nos parecía y indudablemente para nosotros fue una gran noticia. Estamos muy contentos porque a parte de caras conocidas del mundillo cervecero atrae mucha gente que no conocíamos hasta ese día. Son cervezas que despiertan mucha curiosidad y este año contamos con 6 cervezas diferentes de barril y no quedó nada.

Foto de Dani CerveTV.

Pero más allá del Zwanze, si existe un evento por el que sois sobradamente conocidos es la feria de Mediona, en mi opinión una cita ineludible del calendario cervecero peninsular y que este próximo junio cumple ya su décima edición. ¿Qué es para vosotros la Fira de Mediona y qué le diríais a la gente que no la conoce para que se anime a visitarla? ¿Y qué creéis que hace tan especial esta feria?

Para nosotros es una fiesta de cerveceros, contentos porque el aspecto empresarial queda de un lado y se crea muy buen ambiente entre público y expositores. Esta última edición tuvimos la visita de un amigo belga que regenta una tienda cervecera (Chris Gillard- Miorge Mihoublon) y nos comentó que él había pisado muchos festivales de cerveza y textualmente dijo que era el mejor al que había asistido por el ambiente que se respiraba. Porque refleja lo que como dice Steve: “la cerveza es la bebida social por excelencia” y ahora que podemos escoger, aun más.

Montse sirviendo Barrica Merlot en Mediona 2014.

Para ir terminando, y ya en términos del BBF, ¿qué elaboraciones llevaréis al festival?

La Setembre y Barrica, y si llegamos a tiempo también la última cerveza que hemos hecho con Lupulus de Zaragoza. Ésta tiene lúpulos Challenger, Cascade y Citra, por supuesto es una pale ale y su nombre será 49.

En años anteriores habéis elaborado una cerveza exclusiva para el BBF, la Hops & Hopes. ¿Este año volvéis a repetir?¿De qué cerveza se trata y qué particularidades tiene?

Sí, es una cerveza fruto de la amistad. La primera edición fue para echar una mano a la organización, ya que todos son muy buenos amigos, incluso te diría más, les propusimos hacer una cerveza en casa a precio de coste con la condición de que la receta fuese de ellos y nosotros la cuidábamos. Es una cerveza que lleva malta maris otter y crystal, el lúpulo es el que varia cada año. Éste se ha elaborado con chinook de la joven plantación gironina "Lupulina".


Por último, ¿alguna cosa que os gustaría decir a quienes os puedan leer?

Que la cerveza es para beber y disfrutar con ella. Y sobretodo gracias a toda la gente que nos ha tenido en cuenta y nos han echado una mano desde que empezamos hasta hoy y deciros que este año si no se tuerce la cosa encontrareis en la Mostra Mediona a Brasserie de la Senne, Brasserie Cantillon y es posible que alguna sorpresa más.

Salut!


Frikicata en La Boutique #03.

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Siguiendo con la serie de las “Frikicatas” organizadas en La Boutique de la Cerveza, y tras haber faltado a su cita en diciembre por razones que ahora no vienen al caso, hace unas semanas nos juntamos unos cuantos amigos con el único pretexto de disfrutar de una nueva velada alrededor de unas cuantas cervezas especiales.

Pero el hecho de faltar a su cita en diciembre no iba a significar que no fuésemos a disfrutar de esas cervezas de temporada tan particulares, así que con el mes de enero bien avanzado nos tomamos tanto las cervezas navideñas y de invierno con turrones y todo de por medio… ¡Bienvenidas sean las excusas para pasarlo en grande! ;-)

De las siete cervezas previstas la primera elegida fue la estadounidense Blue Mountain Blitzen, quizás la elaboración que menos expectación había levantado antes de probarla pese a ser una Bière de Noël fermentada con la levadura de la trapense Rochefort. En nariz sorprendió muy gratamente, con notas a dubbel belga, algo de caramelo, regaliz, un punto de galleta, y en boca, sin ser ninguna cerveza arrolladora ni despampanante sedujo a todos por su logrado equilibrio y su bien escondido alcohol, características propias de las reputadas trapenses belgas a las cuales recordaba muy mucho en cada trago.

Continuamos con el irreverente pero al mismo tiempo venerado Dany Prignon y sus “fantasmagóricas” elaboraciones. La primera de las dos que tomamos durante la velada fue la Fantôme Hiver, con una nariz realmente muy cítrica, recordando a lemongrass, también limón y un punto vegetal como a hoja de cilantro. En boca el protagonismo se lo llevaban las especias como el clavo, el coriandro, también un punto anisado, y por supuesto nuevamente los cítricos como el limón, aportando una acidez marcada aunque no excesiva. Una cerveza muy fresca y con un cojunto muy bien trabajado. Fue una de las que más elogios recibió de la noche.

Proseguimos la sesión con la Fantôme Noël, una cerveza que aún habiéndola probado anteriormente no tenía excesivos recuerdos pero esperaba que se acercara más al carácter “navideño” de la cata que las anteriores. En este caso vestía como la Blitzen, con un color marronáceo en este caso coronado por una espuma muy endeble y que no tardó en desaparecer como en su hermana Hiver. En nariz estaba bastante más apagada destacando algunas notas a fruta desecada como pasas, un punto a caramelo y ligeramente también a canela. En boca tomaba protagonismo el alcohol, dando una calidez mucho más notable (10% alcohol), y dejando un trago algo desequilibrado, con un punto amargo particularmente notable al final del trago. No disgustó, pero tampoco entusiasmó, ni mucho menos.

Dejamos Bélgica y volvimos a cruzar el Atlántico para probar la canadiense Charlevoix Hibernus, la cual nos regaló un aroma bastante particular que entre los asistentes terminamos encasillando en algo así como a notas de jarabe de arce y miel de brezo, algo floral. En boca ofrecía esos mismos recuerdos aunque sumándole caramelo quemado y una ligera calidez, mucho más integrada en el conjunto que en la Noël anterior. Una elaboración muy particular, gustó pero sin florituras excesivas.

Como si de partido de tenis se tratara, retornamos a Bélgica y más concretamente a Flandes, morada de la Struise Tsjeeses Reserva Bourbon, una elaboración en la que las notas a este destilado no fueron tan prominentes como cabría esperar al dejar la cerveza seis meses en estas barricas. Las notas a madera (pero más bien a madera cruda) sí aparecían, junto con un conjunto afrutado y dulce, muy equilibrado eso sí, y con un ligero punto amargo consiguiendo un trago contundente pero no agresivo.

Volvimos a saltar de continente esta vez para ir a los Estados Unidos, más concretamente a California, donde se produce otra de las claras triufadoras de la noche como es la Port Brewing Santa’s Little Helper. Se trata de una Imperial stout suntuosa y que iba ofreciendo más y más notas a medida que iba tomando temperatura. Cacao, regaliz, torrefactos, café, pasas, un punto ahumado… Ni rastro del alcohol y con una textura no excesivamente sedosa y más cercana a algunas británicas del estilo, pero tremendamente disfrutable. Un copón para disfrutarlo con mucha calma.

Y volvimos a Bélgica nuevamente con laDubuisson Bush de Nuits, elaborada con la base de la Bush Noël pero envejeciéndola durante seis meses en barricas de vino Borgoña del viñedo Nuits St. Georges. En nariz dominaban las notas a vino tinto y madera, además de un notable punto de acetona, vainilla, caramelo y frutos rojos. En boca volvían los recuerdos derivados del vino y la madera, frutos rojos y uva tinta, con una marcada acidez y astringencia y el elevado alcohol muy bien escondido. Reconozco que esta casa no me entusiasma con algunas de sus elaboraciones excesivamente alcohólicas pero ésta me sorprendió gratamente…

Después de ésta llegó el “extra-time”, momento en el que Quique se sacó de la manga una de sus creaciones caseras, concretamente la Mitja Galta Estrella, una cerveza de navidad especiada con canela, clavo y anís estrellado que sorprendió gratamente a todos, e incluso varios coincidimos en que perfectamente podría competir con holgura con muchas elaboraciones locales por el estilo que hay en el mercado.

También sobre la bocina en este caso “la casa” pusimos de nuestra bodega particular una botella que teníamos guardada de Affligem Christmas y cuya fecha de consumo preferente vencía en 2009. Más que ganas le teníamos respeto, la verdad, incluso diría que miedo por el daño que pudiera haberle hecho el tiempo a una cerveza producida por una casa como tal. Pero cual fue nuestra sorpresa al ver en primer lugar la notable espuma que formó, y luego que tanto en nariz como en boca las esperables notas oxidativas se limitaban a recuerdos muy vagos y completamente integrados en un conjunto en el que destacaban sobretodo las notas a caramelo, pasas y fruta escarchada, sin rastro del alcohol. Una gratísima sorpresa.


Y para cerrar definitivamente la jornada también Quique volvió a hacer de las suyas con una elaboración extrema (marca de la casa), Mitja Galta Hiel, una “cerveza” (por llamarla de algún modo) con 20º de alcohol y 3000 IBUs (algunos más…) que pese a estar lógicamente muy desequilibrada y dejar la boca más encogida que un sorbo de aguarrás, no tenía ni rastro de alcohol. Interesante elaboración como curiosidad que fuerza los límites a los que estamos acostumbrados.



Y con este último experimento cerramos una velada estupenda entre amigos con las cervezas navideñas y de invierno como protagonistas. Nuevamente quedó patente que el apelativo “navideño” es más un signo de la época en/para la que se producen estas cervezas que verdaderamente cervezas con unas características estilísticas muy constreñidas.

Las cervezas de la velada.

Foto de grupo.

Como comentaba más arriba, entre todas brillaron con luz propia la Fantôme Hiver, la Port Brewing Santa’s Little Helper y la Bush des Nuits. Ahora, a ver lo que nos depara la próxima frikicata, pero hasta entonces…

Salut!

Brasserie Cantillon amplía su producción con un nuevo local.

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Hoy quiero compartir con vosotros una noticia sobre mi tan admirada Brasserie Cantillon, una cervecera afincada en Bruselas y cuyas elaboraciones perfectamente las podríamos considerar unas auténticas supervivientes en un mundo repleto de automatismos, de maquinarias precisas y minuciosas y también de controles sanitarios en ocasiones un tanto desmesurados.


Durante el pasado verano su maestro cervecero, Jean Van Roy, desveló una grandísima noticia, y es que tras estar un tiempo buscando un local con el que ampliar sus instalaciones, finalmente en julio encontraron ese que podéis ver en la foto anterior, situado en la Rue Sergent De Bruyne y a escasos 300 metros de su local actual en el número 56 de la Rue Gheude, en Bruselas. En el siguiente mapa podéis ver la calle y la localización de la Brasserie Cantillon.




El local perteneció en su día a una mezcladora de lambic llamada Brasserie Limbourg que tristemente cerró en la década de 1960 y con este nuevo espacio, Cantillon tendrá cabida para doblar la producción a lo largo de los próximos 4 años, pudiendo así ofrecer estas cervezas a mercados que las demandaban insistentemente como por ejemplo el estadounidense. Era tal esa demanda que hasta ahora no tenían más remedio que rechazar el 50% de las peticiones para la exportación por falta de ese espacio necesario para guardar y posteriormente mezclar las diferentes añadas.


Hace unos días desde Cantillon compartieron unas fotos en las que mostraban como impregnaban las paredes de su cerveza lambic con un spray, para así crear el microclima favorable para la guarda de esta cerveza tan particular. Lejos de ser algo excéntrico, esta costumbre era habitual entre los productores de lámbic cada vez que adquirían un nuevo local.



A continuación tenéis dos fotos, una con el lote elaborado expresamente para guardar durante dos o tres años en la nueva localización y que podrá ser utilizada a partir de 2016-2017, y por otro lado las barricas con la cerveza ya en el nuevo local.




Esperemos que de este modo las elaboraciones de Cantillon dejen de escasear y podamos por fin disfrutar de ellas con una mayor regularidad, acabando también con el mercado negro que las rodea y cumpliendo así aquello que nos contaron en nuestra visita a la fábrica de hace unos años: “las cervezas de Brasserie Cantillon no deben ser objetos deseados y costosos que solamente puedan permitirse unos pocos pudientes, sino una cerveza para el pueblo”.

Sin duda, una grandísima noticia para los amantes de las lambic ¿no os parece?

Salut!

* Todas las fotos tienen sus respectivos derechos de autor.

Cuando un cómic se convierte en un six-pack de cervezas.

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La cerveza y el cómic son dos mundos que continuamente cruzan sus caminos dando como resultado numerosas ideas geniales. En este sentido hoy os queremos presentar una novedad de la cervecera Arcade Brewery, de Chicago.


Como podéis ver en la imagen, se trata de un six-pack de cervezas cuyas botellas llevan como etiqueta una historieta sobre un western de zombies, obra de dos autores conocidos del cómic made in USA como Tony Moore (Fear Agent, The Walking Dead…) y Jason Aaron (Wolverine, Thor, Ghost Rider…).


Según Arcade, la cerveza es una Dark Wheat Ale con 8% de alcohol y 58,5 IBUs y desgraciadamente según parece este six-pack solamente se puede conseguir en seis lugares de Chicago aunque no sé si de forma limitada.

A continuación os dejo las seis etiquetas.







Así que aquellos que seáis coleccionistas de etiquetas y de botellas, pero también los amantes del cómic en general y de los zombies en particular, empezad a mover vuestros hilos porque este 6-pack es una auténtica pasada, ¿no os parece?

Salut! 

Estilos cerveceros históricos: Koyt.

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Tras unas cuantas semanas buscando, leyendo y recopilando información por aquí y por allá, hoy por fin puedo compartir con vosotros un pequeño monográfico sobre las Koyt, un estilo prácticamente extinto en la actualidad como tantos otros que han desfilado por la sección de los estilos históricos (Steinbier, Grodziskie, Lichtenhainer…). Y es que aunque apenas se encuentra información sobre estas cervezas en los libros y por la red, ya sabéis que me encanta rescatar estos estilos de las catacumbas. ¡Espero que lo disfrutéis!

Localización.

Mapa tomado de aquí.
Según la mayoría de las fuentes, este particular estilo es autóctono de los Países Bajos, y más concretamente alcanzó especial popularidad en la ciudad de Haarlem y en menor medida también en Gouda, de ahí que muchas elaboraciones actuales hagan referencias a estas poblaciones en sus nombres. Algunos historiadores cerveceros de renombre como Ron Pattinson o Martyn Cornell afirman que también se elaboró en Bélgica y Alemania al menos desde el siglo XV, y por ejemplo en Münster se estuvo produciendo hasta finales del s.XIX.


Gracias a las relaciones comerciales derivadas de la liga hanseática, el estilo se exportaba de los Países Bajos a Bélgica, Alemania, Francia e incluso Rusia, llegando incluso a alcanzar una notoriedad importante en ciudades como Amberes. Tal fue su éxito que algunos países o regiones llegaron a prohibir las Koyt o impusieron tasas para proteger la industria cervecera local.

Mapa tomado de aquí.

Contexto histórico.

El estilo vivió sus mejores días entre los siglos XV y XVI, y fue a partir del XIX cuando empezó a caer en picado al hacerlo también sus productores.

Como decía arriba, la ciudad que muchos asocian como su principal origen (o al menos donde mayor cantidad de productores elaboraban koyt), Haarlem, llegó a tener hasta 52 cerveceras (no estrictamente productoras de koyt) en el s. XVII y allá por el año 1916 no quedaba ninguna de ellas, lo cual explica en parte la casi desaparición de este estilo tan particular.

Algunos apuntan a que la caída pudo deberse en parte al incremento de las tasas sobre los ingredientes implicados en la producción de la cerveza, un hecho que llevó a que cada vez se elaboraran koyt más ligeras, y esto no jugó mucho en favor de un estilo que como tantos otros y con el paso de los siglos fueron perdiendo protagonismo en favor de las elaboraciones de baja fermentación provenientes de República Checa y Alemania.

Una anécdota tuvo lugar en 1487, cuando la ciudad holandesa de Leeuwarden prohibió toda la cerveza producida fuera de sus límites municipales, incluyendo la de Haarlem. Un posadero de la ciudad, presionado por patronos amantes de las koyt, la siguió sirviendo, lo cual llevó a las autoridades locales a confiscar la cerveza. Con ello estalló una enorme reyerta, hasta el punto de que un ejército de 8000 campesinos fueron a Leeuwarden para pedir que dejaran servir la cerveza de Haarlem y que hubiera comercio justo pero ante la negativa de las autoridades saquearon la ciudad. Al final la prohibición fue levantada y se redujeron las tasas, y en parte por ello y también por algunos incendios y sequías que asolaron la ciudad, los comerciantes de Leeuwarden nunca recuperaron su poder, hasta que Carlos V, rey de España, llegó a gobernar la región, pero eso es otra historia…

Mapa histórico de Leeuwarden tomado de aquí.

Nomenclatura.

El estilo posee, al menos, tres denominaciones reconocidas: Koyt, Kuyt y Kuit. En el fondo no dejan de ser variantes dialectales de los idiomas holandés, sajón o bajo alemán, y así encontramos otras variantes como koeuten, koeuts, koyte, keut/keuts, coyten, kuiten, coeijt, kute, kuite, keut, koite, keuit…

Algunos han querido ligar el nombre Koyt con el de las Gruit, esas cervezas primigenias y medievales a base de hierbas como el mirto o el brezo y especias varias. Pero algunas fuentes fiables parecen desmentirlo y un ejemplo es la cervecera holandesa Stadsbrouwerij De Goudsche Leeuw, que posee entre su portafolio una variedad de Koyt y otra de Gruit. En el apartado siguiente, “¿con o sin lúpulo?” tenéis más información al respecto. A continuación os dejo las etiquetas de las Koyt y Gruit de la cervecera mencionada.





Algunos historiadores como Martyn Cornell quisieron encontrar también alguna ligazón entre las Koyt y algunas elaboraciones británicas asociadas a las siglas AK. La razón fue pensar que estas dos letras pudieran estar asociadas a las palabras “ankel koyt”, cuyo significado en flamenco antiguo sería algo así como “koyt sencilla”, ya que existen escritos que hablan de versiones “dobles” y por lo tanto pudieran haber convivido ambas. Pero lo cierto es que a día de hoy tampoco existen argumentos suficientemente contrastados como para afirmarlo.

¿Con o sin lúpulo?

A pesar de que por ejemplo Jopen, una cervecera holandesa actual, considera que las Koyt son otro tipo de Gruit más y que por tanto no debe llevar lúpulo entre sus ingredientes, unas cuantas fuentes entre las cuales se encuentran varias cerveceras holandesas como Witte Klaviervier y Stadsbrouwerij De Goudsche Leeuw, lo desmienten.

Por lo visto esta confusión puede tener su origen en que el lúpulo en un principio quedaba fuera de la legislación y los documentos oficiales únicamente contemplaban las proporciones de los cereales y el número de barriles. Además, posteriormente el uso de lúpulo implicó el pago de una tasa, el hoppegeld, y para evitar pagarla algunos cerveceros no declaraban el uso de lúpulo, lo cual provoca que algunos textos no incluyan el uso este ingrediente cuando en realidad si lo llevaba.

El historiador Ron Pattinson afirma que inicialmente las koyt se elaboraban sin lúpulo pero sobre 1600 ya lo incluía aunque de forma muy limitada.

En 2014, la Brewers Association estadounidense incorporó las Koyt a su guía de estilos, y considera que el estilo debe contener lúpulo aunque tanto en aroma como en sabor su presencia tiene que ser desde muy baja a baja, el uso de los lúpulos deben ser nobles.

Así que en conclusión, en general parece que el estilo incluía lúpulo en cantidades moderadas, solo que en algunos textos y recetas no se indicaba para obviar el mencionado pago de las tasas.

Ejemplos comerciales.

Aunque en la actualidad las koyt son prácticamente una reliquia, existen algunas cerveceras que aún las elaboran hoy en día bajo ese mismo nombre o cualquiera de sus variantes dialectales.

Una de las versiones más conocidas por su mayor producción es la mencionada de Jopen, una cervecera fundada a principios de la década de los 90 del s.XX en Haarlem (actualmente solo hay dos cerveceras en la ciudad, Jopen y la pequeña micro Het Uiltje), y que sacó su particular homenaje a las Koyt basándose en una receta de 1407. Como curiosidad, ganó una medalla de oro en el European Beer Star de 2009.


Como decía más arriba, en los Países Bajos también existe otra cervecera, Witte Klaviervier, con su propia versión que ganó una medalla de plata en el World Beer Cup en 2014. Concretamente esta cervecera es una de las fuentes donde más insistentemente he podido leer sobre el uso del lúpulo y algunos otros mitos asociados al estilo (tenéis varios enlaces al final del todo).


Pero estas dos anteriores no son las únicas ya que en los Países Bajos se elaboran o se elaboraban recientemente más ejemplos, desde una versión basada en una receta de la ciudad de Gouda de la reconocidísima De Molen llamada Goudse Kuyt, a otras elaboradas por De Pelgrim, Delfts (basada en una receta de 1340 de la ciudad de Delft), Klein Duimpje, De Leckere, Dampegheest, Burg Bieren, Ramses, Oersoep

De izquierda a derecha y de arriba a abajo:
De Molen, 't Goudsch Browerhuis, Ramses y De Leckere.

También existen ejemplos al otro lado del Atlántico como la Dubbel Koyt de la canadiense Beau en colaboración con el ya mencionado historiador Ron Pattinson que recrea esta variante más corpulenta del estilo. En USA la cervecera The Tap Beer Company en Indiana hizo su particular kuyt e incluso existe una colaboración entre la cervecera de Oregon Hopworks y la holandesa Ramses a la que llamaron "Go fly a kuyt".

De izquierda a derecha y de arriba a abajo:
Dampegheest, Klein Duimpje, Burg Bier y nuevamente Klein Duimpje.

Ingredientes y características técnicas.

Según la gente de Witte Klaviervier, hasta la llegada de las Kuyt los principales cereales utilizados eran avena y trigopero con la llegada de este estilo gran parte de la avena utilizada dio paso al uso de cebada. En su caso utiliza un 45% de malta de avena, un 35% de malta de cebada y un 20% de malta de trigo, lúpulos nobles y levadura de alta fermentación.

La receta de Jopen lleva mirto de Brabante además de una mezcla de cereales compuesta por trigo, avena y cebada, una composición más propia de un gruit que de una koyt.

Según la Brewers Association, las koyt deben llevar lúpulos nobles europeos, un mínimo de un 45% de malta de avena y un 20% de malta de trigo, como en el caso de WitteKlaviervier, y el resto de malta Pale.

A continuación tenéis algunas características más del estilo:

- Densidad original 1.050 - 1.080.
- Densidad final 1.006 - 1.015.
- Alcohol por volumen: 4,70% - 7,90%.
- Amargor (IBU) 25 – 35.
- Color SRM 5 - 12.5 / EBC 10 – 25.

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Y con esto doy por terminado el monográfico sobre este estilo tan interesante. Por último, y como decía al principio, dado que la información sobre este estilo es bastante escasa y en algunos casos algo confusa e incluso contradictoria, si alguien encuentra alguna fuente que arroje algo de luz os estaré enormemente agradecido.

Salut!

* Todas las fuentes tienen sus respectivos derechos de autor.

Algunas de las fuentes consultadas.


El lúpulo contra las enfermedades neurodegenerativas.

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¿Alguien de vosotros tiene todavía alguna duda sobre cuán beneficiosa es la cerveza para nuestra salud? Pues hoy queremos compartir con vosotros un estudio de unos investigadores que dan otra razón más a favor del consumo de nuestra querida espumosa de cebada.

Según un equipo de investigadores de la Universidad de Lanzhou, en China, publicado en Journal of Agricultural and Food Chemistry, el lúpulo podría proteger las neuronas de la oxidación, retrasando el desarrollo de enfermedades degenerativas del cerebro.

Foto tomada de aquí.

El lúpulocontiene un flavonoide llamadoxanthohumolque ya ha sido objeto de numerosos estudios y según este grupo de investigadores podría proteger contra el Parkinson, el Alzheimer y la demencia.

El doctor Jiangou Fang contaba al periódico británico Daily Mail: “en la medicina tradicional china los lúpulos se han utilizado para tratar diferentes dolencias a lo largo de los siglos. La presencia de una alta concentración de xanthohumol en las cervezas podría estar relacionado con el consumo habitual de cerveza”.

Ilustración tomada de aquí.

Otros estudios previos también han demostrado que el consumo moderado de alcohol puede ser beneficioso para la memoria. Según este, las personas que beben moderadamente cerveza poseen el hipocampo más desarrollado y también gozan de una mayor memoria episódica

Así que ya sabéis, consumid cerveza con moderación y vuestras neuronas os lo agradecerán.

Salut! 

Presentando las Sesma Limited Series.

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Hoy en el blog me apetece compartir las impresiones que me han causado las últimas novedades que ha sacado al mercado la cervecera navarra Sesma Brewing bajo el sello Limited Series, todas ellas elaboraciones muy particulares y con una presentación realmente muy cuidada. Sin más dilación, os dejo con las siguientes cuatro cervezas: Término Monte, Sacher Torte, Terroir y Almost Kriek.



- Sesma Término Monte -

Según su etiqueta se trata de una Golden Ale con mosto de uvas blancas Chardonnay y Sauvignon blanc de las viñas de Asensio Viñedos y Bodegas, situadas en el término Monte de Sesma, además de malta de cebada, malta de trigo y avena.


Servida en copa posee un aspecto muy limpio, con un bonito color anaranjado casi cobre brillante, una carbonatación baja que termina en una espuma endeble, poco persistente y de color blanco roto. En nariz dominan las notas a fruta como melocotón, albaricoque y algo de ciruela blanca y también la esperable uva blanca, notas cítricas a naranja y más de fondo una base como a cereal crudo, frutos secos (nueces) y a pan integral, además de un punto floral (¿violetas?), mermelada  y un punto leñoso. Realmente muy curiosa. En boca entra nuevamente con un torrente de fruta de hueso (melocotón y albaricoque especialmente) y un leve recuerdo como a mango, que rápidamente dejan paso a notas bastante astringentes y leñosas. El final es seco y amargo, ligeramente recuerda a frutos secos y posee un punto de calidez. Estamos pues ante una cerveza muy particular, fresca y fácil de beber pese al alcohol (muy bien escondido), y repleta de matices.


- Sesma Sacher Torte -

En este segundo caso nos encontramos, según su etiqueta, ante una Double Stout que como bien revela su nombre es un homenaje a la conocida tarta Sacher austríaca, y para ello la receta incluye como ingredientes licor Kirch, mermelada de albaricoque, haba de cacao y vaina de vainilla. Posee 10% de alcohol.


Vertida en copa parece un auténtico “chapapote”, con una textura cremosa y aunque aparentemente parece que no vaya a generar espuma ésta termina formándose  abundantemente como se aprecia en la foto y manteniéndose, muy cremosa y compacta y con un atractivo color marrón. En nariz ofrece notas a chocolate negro puro y también bizcocho de chocolate, torrefactos, café y finalmente también un punto licoroso. En boca ofrece nuevamente muchos recuerdos torrefactos, un punto ahumado y a medida que avanza el trago aparecen las notas citadas a chocolate y bizcocho, así como algo de chocolate con leche también, un punto de vainilla, con una textura sedosa muy agradable. En definitiva una cerveza con cuerpo medio, que ofrece un trago redondo y agradable para disfrutar muy lentamente aunque el elevado amargor final desvirtúe un poco el conjunto.


- Sesma Terroir -

En este caso su etiqueta nos cuenta que estamos ante una cerveza envejecida en barrica de roble con mosto de uva ecológico de la variedad Graciano y posee 5% de alcohol.


Servida en copa es muy limpia, sin depósito ni prácticamente turbidez, con un bonito color anaranjado rojizo brillante y una espuma que cuesta de formar y aparenta ser frágil pero que se mantiene en una fina capa alimentada por un torrente vivo de minúsculas burbujas. En nariz destacan notas a madera, lácticas, vinosas, a frutos rojos como arándanos, cereza, yogur de fresa, y también un punto a limón. Muy compleja y sugerente. Ya en boca toman protagonismo las notas a uva tinta y piel de la misma, pero también los frutos rojos descritos en nariz además de un punto a frambuesa, con una acidez y astringencia presente pero no descontrolada. El final es ligeramente amargo y astringente, quizás demasiado. En resumen estamos ante una cerveza realmente notable que combina maravillosamente dos mundos como son el del vino y el de la cerveza en una misma elaboración, consiguiendo un trago fácil de beber y bien atado salvando ese pequeño pero del final astringente.


- Almost Kriek -

Por último vamos la que según su etiqueta se trata de una “Wild Ale” de 5% de alcohol refermentada 6 meses en barrica de roble francés con cerezas ecológicas de Navarra y refermentada posteriormente en botella con levaduras salvajes.


En copa posee un color anaranjado cuya espuma blanca parece tan frágil y difícil de formar como en la Terroir, burbuja viva y minúscula y una elevada turbidez sin posos. En nariz destacan las esperables notas a cereza, piel de cereza, algo de grosellas y limón, sobre un fondo dulzón y afrutado como a mermelada de cereza, fresa y naranja amarga. Ya en boca destacan las notas a cereza y piel de la misma, uva tinta, barrica de vino tinto, una acidez moderada, un marcado punto a cereal y un final ligeramente amargo y astringente. En conclusión se trata de una cerveza muy bien hecha, amable para paladares poco experimentados con elaboraciones espontáneas, aunque quizás se queda algo corta para quienes adoramos ese carácter más ácido y “salvajemente” descontrolado.

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Y hasta aquí las reseñas de las cuatro cervezas. Personalmente de todas ellas destacaría la Terroir, en un segundo escalafón pondría la Almost Kriek y la Sacher Torte y en último lugar la Término Monte, aunque todas ellas son cervezas muy particulares y atrevidas que he disfrutado. Sin duda espero que Alberto siga apostando por esta línea de elaboraciones distintiva y de calidad para ir sumando efectivos a un catálogo ya amplio e interesante de por sí.

Salut!

#LaRonda 30: Festivales y ferias cerveceras.

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Cuando faltan pocos días para cerrar este mes de febrero quiero compartir mi aporte a la trigésima edición de #LaRonda en la que Iker, del blog Cervecerías de España, nos convoca a opinar sobre los festivales y las ferias cerveceras, la situación que viven actualmente este tipo de eventos, de donde venimos y hacia donde vamos, qué puede mejorar, etc.

Antes de entrar en el tema reconozco que a principios de semana tenía listo un “tocho” desgranando diferentes aspectos pero justo ayer releyéndolo me dije: ¿realmente las ferias y los festivales merecen tanta reflexión por parte de alguien que únicamente debería preocuparse por ir a pasarlo bien alrededor de unas cervezas?

Que sí, que está muy bien exigir como consumidores que nos den ferias excelentes en organización, con un cartel larguísimo de cerveceros y cervezas, que se presenten novedades interesantísimas, eventos paralelos realmente atractivos, todo ello a precios populares… Todo ello es genial, ¿pero de veras nos creemos que el 90% de la gente que asiste a una feria quiere todo eso? Bueno, seguramente eso de los precios populares sí, pero sobre todo lo demás no estoy tan seguro…

Foto de la Mostra de Mediona tomada de aquí.

Creo que en ocasiones no vemos más allá de nuestro ombligo y pensamos que nuestra realidad es la misma realidad aplicable al grueso de la población que recién se acerca a la cerveza o que incluso siendo consumidores habituales no quieren una feria como la que nosotros exigimos desde un punto de vista “friki” o tampoco del de un profesional que vive de ello. Sin duda un organizador de una feria/festival que se precie debe tener a este público en cuenta, pero hay vida más allá.

Quizás el problema venga de vivir esta realidad actual que nos impulsa a hacerlo todo con prisas, sin importar nada más que el instante y lo que tenga más de 10 minutos ha quedado en el olvido, sin ser conscientes de que nuestra realidad cervecera es aún demasiado joven, que todo esto es un proceso lento y trabajoso que necesita de un tiempo para que todo se asiente y vayan surgiendo nuevos eventos que cumplan las expectativas de los que buscamos algo más allá. Mientras tanto ¿es realmente un problema que haya una feria sin grandísimas expectativas en cada pueblo y en cada fin de semana desde ya mismo hasta pasado los meses más cálidos?

Personalmente en 2014 solamente fui a dos eventos, el BBF y Mediona. ¿Las razones de ello? Vivir lejos de cualquier feria medianamente atractiva y no disponer de todo el tiempo que quisiera. Parecerá obvio, pero con esos hándicaps uno no puede ir saltando de feria en feria cual ficha del juego de la oca, por todo el dinero que implica en desplazamientos, alojamientos, comida…

Además, el mercado que tenemos hoy en día está tan vivo que a los pocos días tenemos las novedades de esas ferias en las estanterías de cualquier tienda. Por ello, si incluso eres un “beer-hunter” y puedes tomarte la misma novedad en tu casa en lugar de hacerlo de pie y con las prisas de querer probar la mayor cantidad posible de novedades interesantes, ¿qué sentido tiene una feria?

Desde el punto de vista del consumidor, que es para lo que creo se nos convoca en esta Ronda, mi opinión es que una feria no sirve ni más ni menos que para pasarlo en grande, para divertirse con la cerveza como pretexto, para ver a viejos amigos y conocidos sean o no del mundillo, y nada más… ¡Que no es poco! De este modo, tantas y tantas ferias pequeñas que siguen el ejemplo de pueblos tan pequeños como Mediona o el Esparto en Sesma son un exitazo y la gente disfruta como enanos y quieren repetir.

Las ferias que lo crean conveniente podrán profesionalizarse (¡bienvenidas sean también!) pero en lugar de querer quitar ferias y obsesionarnos por centralizar y profesionalizar todo pensando solamente en una minoría que busca algo muy específico, quizás deberíamos dejar por un lado que esas ferias pequeñas sigan su curso para el disfrute de muchos que no tienen más pretensiones que pasarlo bien, y por otro lado pensar en complementar (y no sustituir) esta oferta ya existente con eventos más profesionales que tanto escasean en la península copiando el ejemplo del Barcelona Beer Festival.

Foto tomada de aquí.

Hasta entonces, y cual tortuga que vuelve a la misma playa que le vio salir del huevo, volveré a Mediona todos los años que pueda o me lanzaré a conocer cualquiera de esas otras ferias pequeñas que tan buena pinta tienen y en las que seguro el contenido del vaso es otro componente más del disfrute.

Salut!

White Stout: ¿otro engendro o algo más?

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A quienes ese invento de las Black IPAs se os siga haciendo algo raro más allá de lo semántico, a quienes añadir el apelativo “Imperial” a cualquier estilo os parece como poco forzado, y no digo ya a los que detestais todas aquellas cervezas cuyo nombre del estilo supere las tres palabras (Imperial Rye Black Saison y similares…), a todos vosotros seguro que os hace mucha gracia el último invento llamado a ser replicado hasta la saciedad: White Stout. Porqué, es un invento… ¿o no?



La foto de arriba es un fake bastante curioso que usaron los publicistas de Guinness como campaña publicitaria tomando el pelo al personal anunciando que iban a sacar una nueva Guinness White modificando el proceso de elaboración y congelando la cebada en lugar de tostarla.

Como en tantos otros inventos actuales, no podía faltar Mikkeller de por medio, que esta vez elaboró en las instalaciones de la inglesa Siren. Se trata de Daydream, una “White Stout” de 12% de alcohol elaborada con café, cacao y vainilla.


Pero tal y como anticipaba con la pregunta retórica al principio del post, según parece, y aquí el gran Ron Pattinson vuelve a arrojarnos un poco de luz a los ignorantes, no se trata de otro invento hipstérico de ningún gurú. Nada más lejos de la realidad. En el enlace que adjunto se muestra una receta de 1803 de una Pale Stout cuyo color, según descifra Ron, es rubí, algo aparentemente contradictorio como también ocurre con las Black India Pale Ale, pero que tiene mucho sentidopuesto que originalmente Stout era un término asociado a una cerveza fuerte, independientemente del color.

Esa misma explicación es la que toma la gente de The Durham Brewery con su Pale/White Stout de 7,2% de alcohol.


Pero más allá de esta inglesa existen unas cuantas cerveceras más que han hecho suya esta receta hasta el punto de que por ejemplo en webs como Ratebeer existen más de una veintena de White Stout o Pale Stout. A continuación os dejo las fotos de varios ejemplos comerciales.


Los más puristas quizás os preguntéis si no existe ya algún estilo británico actual que ya defina a cervezas con esas características, más claras como las brown ales, amber ales o directamente una pale ale con algo más de cuerpo.

Lo que es innegable es que estamos ante otro pseudo-invento más que no dudo que se venderá estupendamente y que al menos da vigencia a un “estilo” histórico. Si estáis interesados en leer más sobre el tema, aquí os dejo un enlace y aquí otro del maestro Ron y aquí otro de Martyn Cornell dondehabla de las Pale Stout.

Sin más, voy a tomarme una Stout… ¿O debería llamarla Black Stout? ;-)

Salut!
  

Barcelona Beer Festival 2015.

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Cuando falta escasamente una semana para la celebración de la cuarta edición del Barcelona Beer Festival no quería dejar de recomendaros este evento, uno de los más recomendables del calendario cervecero peninsular.


¿Dónde?

Tras ir cambiando del Convent de Sant Agustí en 2012, a Las Arenas en 2013 y al Museu Maritim en 2014, en este 2015 el BBF repite localización y por tanto les Drassanes Reials del Museu Maritim y la espectacular sala Marqués de Comillas volverán a ser las protagonistas. Se encuentran situados en la avenida de les Drassanes s/n y el acceso será por P. Blanquerna en el carrer del Portal de Santa Madrona.


¿Cuándo?

El BBF se celebrará los próximos días 13, 14 y 15 en horarios de 11.00h a 23.00h el viernes y sábado y de 11.00 a 21.00h el domingo.

Funcionamiento.

Como en los años anteriores, el funcionamiento del festival será con vaso y moneda propios. Por 7 euros podréis adquirir la entrada que se compone de vaso, una guía de 88 páginas y dos fichas. A partir de ahí cada ficha cuesta 1 euro que se podrá utilizar en la gran barra con 60 tiradores en la que irán desfilando las más de 300 cervezas presentes y cuyo coste será de 2, 3 y 4 fichas.


Cervezas.

En este enlace tenéis detalladas las más de 300 cervezas que se pincharán a lo largo del fin de semana.

Para los beer geeks, y entre todas las referencias, además de las varias jugosas referencias estadounidenses, me parece interesante destacar el “cask corner” donde desfilarán hasta 18 referencias distintas en cask para disfrute y gozo de los amantes de las cervezas británicas de calidad.

Además, aquellas personas con celiaquía y aquellas que quieran tomar cerveza sin alcohol también podrán hacerlo.


Actividades.

Nuevamente la organización ha preparado un fin de semana repleto de actividades muy interesantes, desde charlas a presentaciones y degustaciones, sin dejar de lado los debates. Podéis echarle un vistazo a las actividades en este enlace. Eso sí, según ha revelado la organización por Facebook, algunas de las actividades están cerca de llenar su aforo por lo que no os lo penséis mucho si os interesan…


Para comer…

Acompañando la extensa gama de cervezas, la organización ofrece 5 puestos de comida. Podéis leer más detalles en el siguiente enlace.


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Desgraciadamente este año tengo muchas papeletas para perderme el festival así que si nada cambia a última hora me tocará seguiros desde la distancia a quienes vayáis. Aprovecho aquí para decirle a la organización (que sé que escucha todas las peticiones…): que para otro año no lo hagáis coincidir con la quincena con más trabajo (y dolores de cabeza…) de todo el año en Valencia!!

Para más información y detalles podéis visitar la completa web que ha dispuesto la organización  o visionar el vídeo-resumen de la edición 2014.

Salut!


* Todas las fotos, imágenes y vídeos tienen sus respectivos derechos de autor y han sido tomados de la  propia web de la organización.

5º Aniversario del blog.

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Tal día como hoy hace5 años empecé esta bitácora cervecera, en un momento en el que el panorama cervecero estaba lejos de ser el vergel que podemos disfrutar actualmente. Desde entonces muchas cosas han cambiado, pero haciendo balance sin duda creo que esos cambios han sido muy positivos, tanto por el nivel de tiendas y bares que podemos encontrar, como también por el incremento en variedad y calidad de cervezas locales y foráneas disponibles.

Centrándome más en lo personal, en lo que me ha aportado este blog en todo este tiempo, también me doy más que por satisfecho del bagaje acumulado en forma de aprendizaje sobre nuestra querida espumosa pero más aún por haber conocido a tantísima gente interesante y entre la cual hoy cuento con varios y buenos amigos.

Pero la entrada de hoy no pretende ser una recapitulación en plan abuelo cebolleta que mira más hacia atrás que hacia adelante con admiración y también algo de anhelo por esos días pasados. Ni mucho menos. Pese a que dispongo de menos tiempo que nunca, las ganas y la ilusión por continuar día a día con esta bitácora siguen siendo las mismas que el primer día, y en gran parte eso os lo debo a todos vosotros por las continuas muestras de gratitud, apoyo y amistad que me habéis brindado durante todo este tiempo.

Cambiando de tercio, como habréis podido comprobar sin necesidad de leer una sola letra de este post, desde hoy 1 de diciembrele he dado una nueva vuelta de tuerca a la estética que ha acompañado al blog durante mucho tiempo. Ya sabéis, renovarse o morir… De modo que atrás quedará  esa cabecera con los maravillosos campos de lúpulo bávaros que coronaban el blog y también esa tonalidad verde chillón homogénea que “tanto rompió” en su momento entre los blogs cerveceros. El aspecto cambia, y aquí quiero darle especialmente las gracias al buen amigo Antonio Bravo por la ayuda prestada,  pero no solo de imagen vive uno por lo que también irán apareciendo novedades en forma de diferentes secciones poco a poco. Así que espero que el contenido os siga resultando igual de interesante o incluso más que hasta ahora. Trabajaremos por ello, no lo dudéis.

La imagen del blog durante el primer medio año de vida. 

La imagen del blog durante algo más de 4 años.


Por último no quisiera terminar sin daros de nuevolas gracias a todos los que estáis ahí ya sea públicamente o desde el anonimato y, cómo no…

Salut i bona birra per a tots!
¡Salud y buena birra para todos!


Mi sexto #FFdA.

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Seis meses después volvemos de nuevo con un “Finde Fondo de Armario” o #FFdA, concretamente la sexta edición y también la sexta vez que me enrolo en esta genial idea brindada por l’amicBirraire, que muy resumidamente y para quien no sepa de lo que hablo no deja de ser una excusa como cualquier otra para desempolvar esas cervezas que por la razón que sea han ido quedando apartadas en lo más oscuro de nuestro “armario cervecero” envejeciendo sus atributos para nuestro posterior gozo.


A continuación tenéis las dos cervezas que he elegido para esta vez: una inglesa y una nórdica.

Y empiezo por esta última, una colaboración entre la noruega Haandbryggeriet y la sueca Närkellamada Unionöl que ya pude probar de barril en 2012 en aquella velada mítica en el Drunk Monk en la que se celebró el primer aniversario de Zombier. En aquella ocasión reconozco que no me terminó de entusiasmar pese a tener una combinación de ingredientes tan prometedora y particular como malta de Gotlands, miel, arándano rojo y enebro provenientes de ambos países. La botella, cumpliendo con lo pedido por Joan, llevaba casi dos años en barbecho, más por respeto que por olvido, pero el pasado fin de semana, fresco y sobretodo lluvioso en Valencia, fue el momento idóneo para darle salida.


Servida en copa posee un atractivo color ébano coronado por una espuma beige que cuesta de formar y que se deshace con mucha facilidad. En nariz es muy rica en matices y también muy particular, ofreciendo por encima de todo un intenso recuerdo a miel, así como melaza y también algarroba, acompañado por un ligero recuerdo a bayas (pero no arándanos, sino más bien alguna fruta del bosque más oscura), y hacia el final ofrece un punto ahumado y a turba. En boca es tremendamente peculiar, siendo las protagonistas esas notas ahumadas y a turba, muy intensas, además de recuerdos a miel pero no tan dulce como esperaba en nariz, todo ello cortado por una ligera acidez cítrica que esta vez sí recuerda a frutos rojos, además de un punto a madera y un recuerdo como amargo y vegetal que no termino de encasillar y que intuyo se deberá al enebro. En definitiva, una cerveza muy interesante y rica en matices que he disfrutado más que en su momento la versión de barril, aunque nos he de reconocer que termina cansando pese a ser mucho más fluida de lo que aparenta la lectura de estas notas, y con esos 8,5% de alcohol muy bien escondidos.

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La segunda cerveza también llevaba aproximadamente dos años guardada en la bodega y se trata de la Fuller’s Brewers Reserve nº4, hasta el momento la última de esta serie de cervezas envejecidas en diferentes barricas lanzada por la cervecera de Chiswick. Ha estado un total de 365 días en barrica de Armagnac, un tipo de destilado de vino blanco seco producido en el suroeste de Francia, concretamente perteneciente a la casa Comte de Lauvia. Una cerveza de esas que en un día de lluvia apetece tomar frente a una buena lumbre y con un buen libro entre manos, así que a ello nos dispusimos… ;-).


En este caso posee un aspecto ambarino oscuro con reflejos granates y violáceos, coronados por una espuma beige que no tarda en bajar hasta dejar un fino anillo. En nariz recuerda a una barley wine contundente, con un torrente de notas dulzonas y de fruta confitada, toffee, membrillo, orejones y pasas, y también un punto a pera y también un curioso punto a melón, además de las esperables notas licorosas y a destilado. Muy sugerente y rica en matices, sin duda. Ya en boca entra en primer lugar con mucha fruta, nuevamente pera dulce y manzana al horno, con un final astringente y más fresco que recuerda a vermut de vino blanco, madera, apareciendo notas a uva blanca, seca y ligeramente ácida, también algo de brandy y frutos secos como almendra. Final nada empalagoso, carbonatación y alcohol muy bien integrados en el conjunto dando como resultado una cerveza complejísima en matices y más fácil de tomar de lo que apunta tanta fruta, tanto dulzor y tanto alcohol gracias a ese punto de acidez y astringencia. Muy, muy rica y también muy recomendable.

Y hasta aquí mi particular 6º #FFdA, que disfruté muy mucho entre el crepitar y la calidez de las brasas de mi querida lumbre, bien alejado del mundanal ruido de la ciudad, y con la única compañía de los pinos, la lluvia, alguna que otra salamanquesa y por supuesto de la Reina Lúpula y mi querida Lluna, la perrita, no el satélite ;). ¡Gracias por la excusa, Joan!

Salut!



Entrevista a Txaber. Juntando estilos de cerveza y diseño en una botella.

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Hoy queremos compartir con vosotros un interesante proyecto de un diseñador vasco llamado Txaber en el que combina las latas y las botellas de cerveza y los colores Pantone. ¿Y quien mejor que él mismo para darnos a conocer su proyecto? Sin más, a continuación os dejo con la entrevista.


¿Quién está detrás de esta curiosa iniciativa?

Este proyecto lo he realizado yo mismo, Txaber Mentxaka, diseñador gráfico de Bilbao. Tras estudiar diseño pasé por varios estudios y agencias de publicidad y actualmente trabajo para una agencia y lo compagino con proyectos personales como es el caso de este trabajo “Beer colors”. En mis proyectos experimento mucho, realmente es lo que más me llena. Busco respuestas y resultados que sean diferentes a lo convencional, me hace disfrutar mucho cuando trabajo.

¿El proyecto de las latas es un encargo para alguien o un proyecto de diseño personal? ¿Tras darlo a conocer te ha llegado alguna propuesta de alguna cervecera?

Este proyecto surgió a través de otro proyecto en el que estuve trabajando. Se trataba de realizar un pack especial para una marca de cerveza. Para ese trabajo se me ocurrió realizar un envase totalmente dorado. Una vez tenía el diseño pensé en qué tipo de cerveza podría contener, entonces tras ver la gran variedad de cervezas y sus diferentes colores se me ocurrió la idea de realizar este proyecto. Relacionar de una manera directa el tipo de cerveza con su color. Y la mejor solución que se me ocurrió fue la de asociarlo con la estética pantone. Así que la idea fue derivada por otro proyecto.

Este trabajo ha suscitado mucho interés. Muchos medios a nivel internacional han publicado el trabajo, periódicos tales como el “New York Daily news”, revistas de diseño y tendencias y numerosos blogs. Y a nivel de producción también hay gente interesada, es complicado porque son diferentes tipos de cerveza pero espero que algún día puedan ver la luz. También he recibido muchas solicitudes de gente interesada en comprar el producto.

¿Por qué precisamente latas de cerveza?

En realidad el proyecto son latas y botellines de aluminio. Estos dos formatos creo que son los que mejor se prestan al diseño de cara a su producción, ya que serían impresos en todo su perímetro y estos formatos lo permiten.


¿Podrías explicarnos brevemente qué es el sistema Pantone?

Pantone es una empresa creadora de un sistema de identificación del color para las artes gráficas. Se trata de identificar cada color con un número de tal manera que utilizando su sistema es posible reproducir e identificar los colores sin confusión. Su sistema es el más reconocido y en artes gráficas su uso es fundamental.

A nivel personal me enteré de tu proyecto a través una web estadounidense. ¿Cómo ves y cómo explicas que tu proyecto, como tantos otros fraguados aquí, haya tenido tanta repercusión fuera mientras que aquí, al menos en los foros cerveceros, apenas haya tenido difusión?

Pienso que actualmente las fronteras son un poco difusas en cuanto a la información. Internet y la gran cantidad de medios que hay hoy en día hacen que la información fluya de una manera increíble. Respecto al interés en el extranjero la verdad es que lo noto a nivel general, no solo en este proyecto. Por ejemplo me surgen más oportunidades de realizar proyectos en el extranjero que en territorio nacional. Las empresas extranjeras (Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania, etc…) parece que tienen más cultura del diseño y lo valoran más. Lo entienden como un activo muy importante a nivel empresarial y cultural. No se limitan a encargar diseño solamente en su territorio para salir del paso. Si ven algo que les gusta en otro lugar del mundo, lo valoran y van a por ello.

A nivel nacional creo que hay diseñadores y creadores con mucho talento, y es una pena que los que despuntan sea gracias a los trabajos que hacen para el extranjero. A nivel social general creo que estamos un escalón por debajo en cuanto a cultura del diseño, parece que todo vale y si es barato mejor.

Y en cuanto al contenido, ¿eres consumidor habitual de cerveza? ¿Tienes algún estilo de cerveza favorito? ¿Alguna recomendación de alguna cerveza de tu tierra?

Me gusta la cerveza y suelo tomarla habitualmente, aunque tampoco me considero un experto. En bares suelo tomar generalmente cañas, con preferencia de tostadas si las tienen. Y en casa tengo de dos tipos, las comerciales y como especiales últimamente solemos comprar Franziskaner de dos tipos, Naturtrüb y Dunkel.


¿Podrías comentarnos cuál es tu opinión general sobre el diseño en general que tienen las microcerveceras españolas? ¿Algún ejemplo que quieras destacar en lo positivo?

Han surgido muchas marcas de cerveza tipo artesanales cosa que me parece muy positivo. Esto hace que la gente se interese más por la cerveza y conozca sus variedades, no solo las marcas consolidadas del mercado. A nivel de diseño creo que tienen que dedicar más esfuerzo, tanto con el nombre como con las etiquetas. Dan la sensación de ser algo alternativo, muy casero. Como si el diseño hubiera sido también cosa del que hace la cerveza en vez de un diseñador. Y esto hace muy complicado que su producto tenga éxito. Este tipo de producto en general es más caro que la cerveza más comercial tipo San Miguel, Cruzcampo, etc… Su categoría es superior y su posicionamiento requiere estar en canales de venta y con una estética acorde al tipo de producto que es. Su liga es muy complicada al tener que luchar contra marcas como Paulaner, Franziskaner, Judas etc… Por ello su nombre y diseño es fundamental. A mi modo de ver creo que falla un poco el posicionamiento del producto. Es decir, saber exactamente cual es su producto, quién es su público objetivo, el lugar de venta y su competencia directa. Saber todo esto facilita las cosas a la hora de vestir el packaging.

Y por último, ¿alguna cosa que quieras añadir?

Me gustaría terminar con algo positivo. He tratado de hacer crítica constructiva sobre lo que se está haciendo y ahora me gustaría destacar algún diseño de cerveza artesana nacional muy interesante, siendo alguna de ellas ganadora de un “Laus” (son los premios creados por la Asociación de Directores de Arte y Diseñadores Gráficos del FAD (ADG-FAD). “Mateo & Bernabé and friends” y “Dolina” son dos ejemplos de packaging de cerveza artesana realizada por el estudio de diseño de La Rioja “Moruba”. La cerveza “Beercelona” de la empresa “Barcelona beer company” diseñada por Alex Trochut es otro ejemplo de nombre y diseño.

Creo que se están haciendo cosas muy buenas y nos toca a todos como consumidores dar la oportunidad de probarlas, y si nos gustan, apreciarlas y consumirlas. Es hora de quitarnos el complejo y reconocer que no siempre lo de fuera es mejor.



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Y hasta aquí la entrevista. Muchas gracias a Txaber por su tiempo y espero que se concreten esas propuestas de trabajo. Para quienes queráis conocer mejor otros proyectos suyos a continuación os dejo su web: http://txaber.net


Salut!

Un templo budista construido con botellas de cerveza.

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Hoy queremos presentaros un curioso templo budista situado en Thailandia.



Se trata del Wat Pa Maha Chedi Kaew, coloquialmente conocido como Wat Lan Kuad o “El templo del millón de botellas”, ubicado en la provincia de Sisaket, en el noreste del país, a más de 600 kilómetros de la capital Bangkok y muy cerca de la frontera con Camboya. A continuación tenéis su localización exacta.



Todo empezó en 1984, cuando un grupo de monjes quiso forrar una pared con 100 botellas de cerveza. Una vez alcanzado el objetivo y viendo que quedaba bien siguieron con más y más botellas hasta llegar a las más de 1,5 millones de botellas.


Empezaron forrando primero el templo y luego continuaron con otras estructuras como el crematorio, torres de agua, dormitorios, los aseos… sumando más de 20 estructuras distintas en todo el complejo. Y es que según comenta el abad San Kataboonyo “cuantas más botellas consigamos más estructuras construiremos”.



Para ello usan las particulares botellas de color verde de la cervecera holandesa Heineken y también con botellas marrones de la cerveza más popular en tailandia, la Chang. La estructura está pegada con cemento, y hay botellas tanto por fuera como por dentro de las estructuras y por si no fuera suficiente, los monjes decidieron usar también las chapas o tapones corona para formar mosaicos y diseños budistas.




Así que coleccionistas de botellas y etiquetas, homebrewersy, por qué no, también propietarios de bares y cervecerías, ¿quién se anima con algo por el estilo?


Salut!

* Todas las fotos tienen sus respectivos derechos de autor.

#LaRonda28 (2a vol.II). La relación entre bloguero y productor.

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Tras un impás demasiado dilatado llega el momento de retomar #LaRonda, aquella genial iniciativa que orquestaron varios bloggers hace ya bastante tiempo inspirándose en la inglesa The Session, con la clara intención de generar un debate sano, interesante y en ocasiones por qué no también divertido, alrededor de un tema diferente propuesto cada mes.

Esta vez es Jorge, del blog Cerveriana, quien nos propone contestar a la siguiente pregunta: ¿Cómo pensáis que debe ser la relación entre bloguero y productor?Y para ayudarnos nos plantea las siguientes subpreguntas como guía: ¿Cómo puede ayudar un bloguero a un productor? ¿Al hacerlo pierde su objetividad? ¿Le merece la pena a un productor cinco minutos de su tiempo o un par de cervezas a cambio de publicidad? ¿Dentro del target de cada elaborador es interesante o útil la opinión de un bloguero? ¿Ser amigo de un productor desvirtua tu opinión sobre el? ¿Están los blogueros y los productores destinados a entenderse/ no entenderse/ soportarse/ ignorarse ? ¿Qué piensan los blogueros sobre los elaboradores ( no el producto, la persona )? ¿Qué piensan los elaboradores sobre los blogueros? ¿Criticar es bueno? ¿No criticar es bueno? Y por último, al hilo de la frase “sumar y no dividir”, ¿a cualquier precio?

Antes de entrar en materir he de reconocer que el tema propuesto me parece tan interesante como complejo de responder ya que cada punto podría dar para varios y dilatados debates por separado, pero aún así voy a tratar de dar mi opinión a todo ello conjuntamente sin excederme demasiado.

Sin más rodeos, mi respuesta a la pregunta “¿cómo debe ser la relación entre bloguero y productor?” para mí debería ser del mismo tipo de relación existente entre cualquier consumidor y productor. Un bloguero no es más que otro consumidor que se decide a expresar sus sensaciones como buenamente puede, sabe o quiere, aunque el hecho de hacerlas públicas y tener un número de personas que lo leen puedan llevar a equívoco a cualquiera de las dos partes implicadas en esa relación. Por lo tanto, el respeto y la honestidad de los dos hacia el otro debe ser la norma básica en el trato, exactamente la misma exigible entre cualquier consumidor anónimo frente a un productor del que tampoco conoce nada.

El problema viene porque en este “mundillo” nos vamos conociendo casi todos y creamos lazos, haciendo más utópica esa relación tan aséptica, pero ello no debe se tampoco un problema a la hora de mantener esa tan idealizada objetividad. A este respecto debo decir que mi opinión sobre la objetividad es que en ocasiones se sobrevalora exageradamente ya que ningún periodista o escritor es 100% objetivo (no somos robots…), por mucho que alguien diga lo contrario, pero no por ello la credibilidad o la calidad de lo escrito se ve mermada. Todos tenemos amigos y conocidos pero hablando desde esa honestidad y con rigor personalmente creo que se puede hablar de un productor amigo sin que el contenido de lo escrito pierda o carezca de valor.

Siguiendo con las preguntas, en mi opinión creo que los productores deben entender a los blogs como una ayuda a su objetivo más primario (no nos olvidemos que por muy romántico que sea esto, una cervecera no deja de ser una empresa que tiene que cuadrar sus números o cerrará): y es el de que la cerveza y todo lo que la rodeallegue a la mayor gente posible.

Por tanto, y contestando a otra pregunta, sí creo que los productores deben mirar más hacia los blogs buscando su promoción, pero no esperando una crítica adulterada e inflada con piropos pagados con unas muestras gratis. Personalmente creo en el blogger que trata de forma honesta un producto sin que en ello influya si las muestras son gratuitas, del mismo modo que cuando recibes un regalo de un amigo separas el agradecimiento por un lado de la opinión sobre ese regalo (si no te gusta, por mucho que sea regalado seguirá sin gustarte).

Quiero dejar claro que en mi opinión tachar a los bloggers como listillos, enteradillos, aprovechados o calificativos similares es alejarse muy mucho de la realidad de tanta gente que integramos este grupo (colectivo que en realidad carece de entidad conjunta como tal, habiendo en realidad ligazones por pura amistad). Excepciones deshonrosas las hay, como en todas partes, pero ello no debe llevarnos a la generalización y a juzgar equivocadamente a gente que se deja su dinero en cerveza y decide dedicar parte de su tiempo, con más o menos acierto o habilidad, a charlar sobre ello.

Por ello no creo que podamos generalizar sobre la opinión que tienen los bloggers sobre los elaboradores ni viceversa, ya que pese a ser una obviedad ni todos los bloggers somos iguales ni tampoco los productores, y debe ser cada uno quien se labre un crédito y una opinión por si mismo y no por lo que hagan sus “colegas de profesión”.

A lo de si a un productor le deberesultar útil la opinión de un blogger, pues creo que esa es una pregunta para hacerle al propio productor, pero evidentemente dependerá del caso, de lo que busque ese productor y de si eso se lo puede dar un blogger, de cuan fundamentada pueda estar esa opinión, el bagaje y/o el criterio que tenga esa persona… pero vamos, sin olvidar que un blogger es un consumidor más, especializado en un tema, pero un consumidor al fin y al cabo, y como tal debe entenderlo el productor. Nada más y nada menos.

Así que ligado con esto, y siguiendo con el hilo de cuestiones, creo que los productores y los blogueros, como consumidores que son, están condenados a entenderse. Otra cosa será que se lleven mejor o peor, o llegado el caso que incluso puedan irse de cañas, pero el entendimiento creo que es la única salida a un objetivo que debería ser común: que la bebida que nos apasiona a todos, la cerveza, llegue lo más lejos posible.

Por lo tanto, y cerrando La Ronda de este mes, creo que el productor debe pensar más en sumar, viendo al blogger como alguien que rema en una misma dirección, del mismo modo que los autores de blogs deben valorar a cada productor por sus propios méritos dejando prejuicios a un lado, escribiendo con honestidad y respeto, dejando las críticas gratuitas y poco constructivas a un lado, y sobretodo (algo que en ocasiones se peca) sabiendo de lo que se habla y no creyéndose con más razón por el simple hecho de escribir un blog.

Salut!


La cerveza es la mejor medicina.

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Ya se sabe que la refranería popular es muy sabia: “una cerveza al día mantiene al doctor en la lejanía”. Desde este blog suscribimos este dicho al pie de la letra y por ello hoy queremos compartir con vosotros un curioso estuche de seis cervezas lanzado por el diseñador Peter Jostrand.


El six-pack contiene una cerveza pilsner cuyo contenido alcohólico varía desde los 3% para la dosis” del lunes hasta los 8% del sábado, “el día para descansar” según Peter.



Aunque es muy posible que este proyecto no termine viendo la luz por razones obvias de publicidad engañosa sobretodo al estar ligado con temas tan delicados como es la salud, la idea no deja de ser bien divertida a la par que ingeniosa.


Por último, y sin necesidad de tener que mirar fuera de casa, podéis consolaros con las “medicinas cerveceras” de productores locales como Reptilian o La Calavera, IBUprofano y Medical Stout respectivamente.


En este enlace tenéis la página del diseñador.


Salut!

Descifrando las fechas de envasado de cervezas estadounidenses.

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Este pasado fin de semana recibí un envío de cervezas estadounidenses y al ponerme a comprobar sus fechas de envasado para así ordenar las diferentes IPA y Pale ale en base a su frescor e ir dándoles salida en consecuencia me topé con que en lugar de indicar la fecha de embotellado o la fecha de consumo preferente, en el caso concreto de Ballast Point y Lagunitas poseían un código aparentemente indescifrable.

Tras buscar un poco descubrí que detrás de este código en realidad se esconde la fecha de embotellado, aunque en lugar de utilizar nuestro calendario estándar, el calendario solar, se utiliza el calendario juliano. A continuación tenéis una imagen sacada de su web en la que se explica un poco mejor.




Y a continuación tenéis la foto de mi botella, con el código ampliado.


De este modo, la Ballast Point Sculpin IPA que recibí y que tenía el código "14253" estaría embotellada el día 253 del 2014, o lo que es lo mismo, el 10 de septiembre de 2014.

A esta conclusión se llega por la siguiente tabla de equivalencias del calendario juliano,  que es válida para todos los años “normales” (no bisiestos). En los bisiestos febrero tendría un día más y por lo tanto habría que modificarlo.

Tabla tomada de aquí.

Cerveceras como Anderson Valley utilizan el mismo tipo de código para indicar la fecha de embotellado que Ballast Point, es decir, el número del año seguido del número del día en 3 cifras.

Por otro lado, la Lagunitas Imperial Stout, por ejemplo, poseía el código "198 4" impreso en el cuello de la botella. Al igual que Ballast Point, esta cervecera también sigue el calendario juliano así que siguiendo la tabla anterior la cerveza estaría embotellada el día 17 de julio del 2014. Como era algo difícil de fotografiar el código con el líquido, he tomado una foto de internet para poder ejemplificarlo mejor. Así, con el código "173 3" la tabla nos revela que la cerveza se embotelló el 22 de junio de 2013.

Foto tomada de aquí.

Hay más cerveceras que indican también la fecha de producción siguiendo el calendario juliano, primero las cifras del día del año y luego el año. Brooklyn por ejemplo pondría “2524”, día 252 del 2014. Dark Horse sigue este código pero indicando el año en dos cifras, por ejemplo “25214”, día 252 del 2014.

Flying Dog informa mediante el calendario juliano de su fecha de consumo preferente, no de embotellado. En la parte inferior izquierda de la etiqueta podréis encontrar un código como este 123A14, lo que indica que esta cerveza debería ser consumida antes del día 123 del 2014. La letra es un código interno que les permite controlar el lote de producción.

Sierra Nevada es otra de las cerveceras que utilizan el calendario juliano. A continuación os dejo una imagen que se explica sola.


Pero no todas las cerveceras utilizan el calendario juliano. Por ejemplo la californiana Anchor Brewing utiliza un código algo más rebuscado. Una cerveza suya etiquetada como 4JC significaría que la cerveza estaría embotellada el 3 de enero de 2014. La primera cifra indica el año de embotellado, en este caso 4 es 2014. La siguiente letra indica el mes, en este caso J sería January y por tanto Enero (J enero, F febrero, M marzo, A abril, Y mayo, U junio, L julio, S septiembre, O octubre, N noviembre y D diciembre). Finalmente la última letra es un código alfanumérico e indica el día del mes, en nuestro caso la letra C es la tercera del alfabeto y por tanto la cerveza es del día 3. Como hay 31 días posibles en un mes y solo 26 letras en el alfabeto existen códigos especiales para los días 27-31 (27 el 7, 28 el 8, 29 el 9, 30 el 3 y 31 el 1).


La mayoría de cerveceras, como por ejemplo Founders, Goose Island, Great Divide, Green Flash, Left Hand, Russian River, Southern Tier, entre otras, indican los días y el mes de embotellado pero siguiendo el orden mes-día-año, por lo que 09 / 10 / 14 indicaría 10 de septiembre del 2014.

Foto de una Founders tomada de aquí.

También Dogfish Head indica la fecha de embotelladopero con el orden que solemos utilizar más por aquí: día-mes-año. Por ejemplo la misma fecha que antes,  09 / 10 / 14, sería en este caso 9 de octubre de 2014.


Cada vez más hay más cerveceras que indican la fecha dentro de la cual podrás disfrutar del lúpulo en su punto más óptimo. No se trata pues de una fecha de consumo preferente ya que después de esa fecha la cerveza seguirá siendo apta para el consumo pero el cervecero considera que más allá de esa fecha el lúpulo no mostrará sus mejores atributos. Una de las más reconocidas en llevar esto a la práctica es la californiana Stone, que incluso posee una cerveza con ese nombre, en inglés "Enjoy By", y en la cual se indica la fecha de forma bien visible.


Cerveceras como Alaskan Brewing utilizan un código de consumo preferente como el siguiente: A081514, cuyo significado sería "consumir preferentemente antes del 15 de agosto (mes nº8) de 2014".

Hay algunas cerveceras que indican la fecha de embotellado de forma más simple, como Jester King, Pizza Port o Short’s, que indican solamente el mes y año de embotellado. Por ejemplo JAN 2014 indicaría que la cerveza se ha embotellado en enero de 2014.

Además de códigos en las botellas o latas, hay algunos como Firestone Walker o Stoneque tienen una web o un apartado en el que puedes informarles del lugar donde has comprado tu botella y cual es su fecha de producción. De este modo el productor puede controlar que las cervezas se venden adecuadamente en los diferentes locales. En este enlace tenéis la web de Firestone  y en este otro la web de Stone.

Y hasta aquí el recopilatorio que espero que os resulte útil para comprobar las fechas de embotellado o consumo preferente de las cervezas estadounidenses que tenéis en vuestras manos, controlando así cuan frescas están.

Salut!


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